Me gustas.
Quiero besarte.
Otra vez y otra vez.
Recorrer los kilómetros que hagan falta.
Sentirme entre tus brazos.
Compartir ideas.
Escucharte.
Y besarte, te digo.
No más.
No más.
¿Para qué si he de desaparecer pronto?
¿Para qué si estamos lejos?
¿Para qué? ¿Para qué?
Para sentir que el amor
permanece
a pesar de nosotros mismos.
Abril G. Karera
25 de marzo de 2018