29 diciembre, 2009

Cuando la gente quiere

“La maldita mediocridad. Volver a creer en nada, en todo, en algo… que no fue nada, ni todo, ni algo”.

[Escrito por Abril G. Karera el 14 de Junio de 2009]

Para E.

Mintieron.

Ellos me mintieron cuando aseguraron

que pierdes los sentidos una vez que quieres a alguien.

Que las pupilas se te botan de los ojos

para colocarse en otros,

que los labios se confunden con el viento

y en cada beso parece que besas la brisa,

que las manos sienten lo invisible

y hasta conocen la textura de las frases.

Ellos me mintieron cuando dijeron

que los oídos tienen en el tímpano el solo timbre de una voz

y que los olores ya no  se distinguen

y todo huele a un solo cuerpo.

Fueron unos mentirosos.

Yo no sé cómo es cuando la gente quiere.

Pero sé que cuando yo te quise

a mi mente no venía otra cosa que tu nombre.

Sé que cuando pensaba en ti los días se me iban veloces,

que los recuerdos se transformaron en voces

y no cesaban de repetir “te quiero”.

Cuando yo te quise mi vida parecía otra

era volver al pasado sin dejar de estar en el presente.

Sé que cuando yo te quise lo habría dado todo por ti.

Pero no fue así.

En tu mente divagaban otras cosas,

tú tampoco sabes cómo es que la gente quiere

se te perdieron los días en la cuenta de los errores

te mezclaste en los reproches

no creíste en mi persona

y ahora… ahora nos hemos vuelto extraños

y no me duele ya no pensarte.

Todo por no saber cómo es que la gente quiere

y por no confiar en cómo era que nos queríamos.

notas:

¡FELIZ AÑO 2010!

(:

22 diciembre, 2009

Olvidando traumas

“La diferencia es que ahora confío en mí, ahora quiero actuar y no sólo pensar, ahora quiero disfrutar todo plenamente, sin remordimientos, ni dudas, ni tristezas, ni inseguridades. Vivirlo. Solamente vivirlo".

[Escrito por Abril G. Karera el 27 de Mayo de 2009]

—¿Vamos a regresar algún día? —dijo E con un tono de esperanza en la voz.

—¿Tú quieres regresar conmigo? —pregunté con cierto desafío.

—Es que me dejaste traumado.

Esa no era la respuesta que esperaba. Era más sencillo haber dicho un simple , pero la palabra trauma se le fue por los labios y llegó a incrustarse en mis oídos. Era verdad. Yo traumé a E.

En ese tiempo yo tenía 13 años, iba en segundo de la secundaria y E era mi mejor amigo, platicaba con él todos los días porque se sentaba atrás de mí en las clases, también hablábamos por teléfono, llegó a conocerme casi tan bien como yo lo conocí a él. Nunca supe que quería conmigo, es la clásica relación de mejores amigos niña-niño en la que la niña nunca lo verá como algo más.

Sucedió que C y yo terminamos. E fue el único que supo cómo consolarme, C nunca le había caído bien, me tardaba las horas contándole cada uno de mis sentimientos y cada una de las cosas que aún deseaba decirle a C, E me escuchó pacientemente, siento que hasta sufría conmigo. Sucedió también que, en ese entonces, yo me frecuentaba con un chico llamado Daniel, él ocupaba mi salón en el turno vespertino y lo conocí por medio de notitas en la butaca, pero no me gustaba en lo absoluto.

Cuando terminé con C todas mis amigas se preocuparon por mí, era algo obvio, yo estaba muy clavada con él pero la situación era más que insostenible, así que ellas todos los días después del rompimiento se la pasaban diciéndome cosas como: “Olvídalo, no vale la pena”, “Míralo, ya está con otra, no te quería de verdad”, “Confía en nosotras, encontrarás a alguien mejor”. Lo malo era que esas frases en lugar de hacerme sentir mejor me ponían muy mal y por eso un lunes decidí decirles:

—La verdad es que ya tengo novio.

Ellas no me creyeron, ¿Gaby tiene otro novio? ¡Pero si ella sólo tiene ojos para C! Así que me dijeron que lo presentara. Y ahí me tienen en la puerta de la escuela junto a Daniel.

—Daniel ellas son mis amigas, amigas él es Daniel.

Nunca mencioné la palabra novio, así que Daniel ni sospechó, pero el hecho de haberle presentado a mis amigas significó para él una especie de avance conmigo :S. Mis amigas no volvieron a decirme nada. Para el martes yo ya había olvidado mi mentira.

El jueves de esa semana no habría clases y E y mis amigas vendrían a mi casa a ensayar una obra de teatro, pero antes de que llegara ese día, el miércoles, una fuente muy confiable me dijo que E quería conmigo, la noticia me dejó impactada, pero, quizás por falta de autoestima o por simple inmadurez, decidí comprobarlo y marqué el número de su casa.

Era verdad, después de más de dos horas de conversación telefónica lo había orillado a confesarme sus sentimientos, es una sensación que no olvidaré, por un lado, el regocijo de saber que alguien importante para ti ¡te quiere!, por el otro, el sabor amargo de saber que tú no lo quieres de esa manera. Aun así, cuando él dijo:

—¿Quieres ser mi novia sí o no?

El se asomó por mis labios y se convirtió en frase dicha con toda la fuerza que pueden dar las únicas dos letras que la componen. E era feliz. Yo estaba confundida. El jueves E se presentó temprano en mi casa, platicamos un rato y me di cuenta que, a lo mejor, si yo ponía empeño, las cosas podrían funcionar, después de todo, él era mi mejor amigo.

Mis amigas no tardaron en llegar y estuvimos ensayando la obra de teatro. Hasta que sonó el teléfono. Era Daniel y quería verme. Yo lo invité a la casa, no me pareció una mala idea porque no me acordaba de mi odiosa mentira. Cuando entró por la puerta E preguntó:

—¿Quién es él?

—Es su novio.—dijeron mis amigas.

—¿Están seguras? —preguntó E con voz molesta.

—¡Claro! No sabemos desde cuándo andan, pero nos lo presentó el lunes.

E enfurecido me dijo casi gritando:

—¡Jamás pensé que fueras este tipo de persona!

Entonces me di cuenta de todo, miré a mis amigas con cierto rencor, pero era mi culpa por decir mentiras, seguí a E hasta la puerta con frases como:

—¡Espera! No es eso que tú crees, déjame explicarte, confía en mí, ¡E!

Se fue y azotó la puerta de mi casa. Al día siguiente le di una carta donde terminaba con él, era mi mejor amigo y no podía traicionarlo andando con él cuando aún quería a C, lo malo es que no le dije eso, sino que le escribí puras cosas como: “Ya que no confías en mí esto no puede funcionar”. Sí… yo traumé a E.

Cinco años después…

—Gaby ¿sigues ahí? —la voz de E interrumpió mis recuerdos repentinos, últimamente volvía a charlar con él, me caía bien y lo había descubierto: estaba enamorada de él.

—Entonces ¿vamos a regresar? .—dije esa tarde de mayo. —Para que olvides los traumas.

Notas:

Las entradas que estoy publicando son una serie de 12 historias, una por cada mes de 2009 que representan las cosas más importantes que me sucedieron este año que ya se va, ahorita vamos en Mayo y la próxima será Junio, espero en verdad que les agraden.

No puedo postear tanto como quisiera debido a razones decembrinas que azotan mi hogar, pero eso no me prohíbe desearles una

¡FELIZ NAVIDAD!

y muchas gracias de verdad por tomarse el tiempo de leer y comentar cada una de las entradas, sin ustedes el blog no existiría, ya habrá sorpresitas para año nuevo juju, así que no dejen de frecuentarme xD. ¡Saluditos y que estén de lo mejor!

15 diciembre, 2009

Abril se pintó de rojo

“Duelen las ausencias Diario. Duelen como nunca antes.Y así se va forjando la vida, de múltiples presencias que en su debido momento irán dejando un vacío.”

[Escrito por Abril G. Karera el 25 de Abril de 2009]

Mañana 24 de abril Gabriela tiene un examen muy importante, no hay nada que la salve, pero de todas formas se presentará en el salón, probablemente le dé náuseas contestar la primera pregunta, se dará de topes en la butaca, mirará con odio al profesor, inclinará los ojos a la izquierda o a la derecha para tratar de copiar alguna respuesta razonable, no encontrará ninguna, fingirá dolor estomacal y saldrá del salón… derrotada. Toda esa situación pasa por su cabeza y con pesar, de nuevo, toma la calculadora mientras escucha música de Yann Tiersen. Ella necesita un milagro.

No mucho después llega su tío, Gabriela está sumergida en los números, un siete la empuja cuando el tío pregunta:

—Gaby, ¿qué haces aquí afuera?

—Tarea.

Ella espera alguna respuesta irónica, una burla, pero el tío responde:

—¿Está tu papá?

Gabriela asienta. Abre la puerta y su padre está viendo la televisión. El tío lo saluda. Su rostro refleja algo malo. Ella se queda a observar, apuesta a que la operación puede esperar unos minutos. Sin embargo al transcurso del primero no puede creer lo que está oyendo… Se encierra con los ojos húmedos en la habitación de sus padres, su madre y hermanos la cuestionan “¿Qué pasa?”, y ella deja que las palabras salgan en chorro, al compás de su llanto.

—Karol murió.

Y nadie puede creerlo. Como nadie cree la muerte. Como nadie tolera la muerte.Y menos de una niña de cinco años. Tan sólo cinco años. Siente que el nudo en su garganta se va haciendo más espeso al evocar el rostro de su prima. Ella no pudo haber muerto… A su mente se aglomeran las imágenes, la última vez que la vio, el día de los reyes magos, el sábado de gloria, pero resurge uno, uno que le pone la piel de gallina.

—¿Qué miras nena?

—Es que afuera hay alguien.

Gabriela se asoma por la ventana y no logra ver a nadie. Abre la puerta y se pasea por el jardín. Sigue sin ver a nadie. Karol la ha seguido.

—Tal vez sólo era una sombra.

—¡No! Vino y ya se fue, pero me dijo que regresaría por mí.

—Jajaja, ¡qué chicuela!

Gabriela comienza a reírse. Su familia la ve como una loca. No puede ser se dice para sí, la muerte una vez más abraza a la familia y eso sólo para reafirmar que en cualquier momento puede terminar todo. Todo de todo. Gabriela aún respira. Ya no tiene ganas de hacer cuentas, ni de pensar en exámenes, oye el llanto de su hermana y con tristeza se sienta a mirar el televisor.

“Las clases han sido suspendidas por la Influenza, mañana nadie en el Distrito Federal tendrá clases, por favor quédese en casa a descansar".

Gabriela no puede creer lo que mira. El rostro de Karol sigue en su cabeza, no entiende nada de lo que dice la conductora, influenza, Ah1n1, tos, gripa, semana, cerdos, escuelas… en su cabeza sólo se repite una y otra vez esa experiencia con Karol, aún no lo cree, nadie lo cree todavía, todos están como anonadados ¿cómo puede morir alguien así? ¿cómo?

Todo le parece una película extraña. Se ha salvado del examen, pero no se siente feliz, la tristeza le llena la respiración y se vuelve tan densa que Gabriela se queda dormida.

12 diciembre, 2009

Pijama se escribe con J

“¿Cómo sé qué es lo que amo? ¿Cómo lo sé? En verdad me siento desolada… como si de pronto todo lo que hubiese creído fuera tan sólo una ilusión…”

[Escrito por Abril G. Karera el 06 de Marzo de 2009]

La J me dio una cachetada. Ya estaba harta de que sólo dibujara a la C en los márgenes de mi cuaderno. Yo no tenía remedio, el robo de mi celular me había dejado en shock. La D me juraba que el destino no existía, no podía confiar mucho en ella ¿verdad?. La C estaba muy triste por iniciar dos palabras que yo repetía constantemente, el nombre de él y “casualidad”. Sin embargo, algo era seguro, yo no las escuchaba ni a ellas, ni a ninguna de las otras veinticuatro letras del alfabeto.

Esos días me los pasé encerrada en una burbuja. Las letras me extrañaron, yo lo sé, querían que de nuevo las plasmara en mi Diario, y lo hice, pero alejada profundamente de ellas, como si de pronto se me hubiera olvidado que ellas le dan sentido a mi existencia y que me gusta la manera en cómo me deshacen y en cómo me reinventan. No estaba con ánimo para ser su amiga. No estaba con ánimo para ser amiga de alguien.

Pero el cartel del concurso llegó a mis manos ese día de marzo, se llamaba Amor se escribe sin H y consistía en escribir correctamente una serie de palabras, el que tuviera menos errores ortográficos iba a ganar mil pesos. Así que decidí participar, por un lado porque necesitaba algo en qué distraerme, por otro porque era una manera de ganar dinero. Nunca me puse a pensar en que sería también por amor a las letras. Y ellas lo resintieron.

El día del concurso, cuando el dictado comenzó, las letras decidieron cobrarse mi poca atención y mi egoísmo, escogieron a la J como comandante de su ejército y a la hora de escribir decidieron darme alguna ventaja para después dar un ataque fulminante. Llegué hasta la última etapa porque hasta ese momento las palabras no eran relativamente difíciles.

barbaján

sanguijuela

enjuto

gorgojo

La J fue buena conmigo. El plan era hacerme fallar en al menos una de esas palabras, pero se compadeció de mí. Hasta que vio una C enorme en la esquina del examen. Entonces con todo el coraje de su persona se ocultó y a la hora de buscarla en el cerebro desapareció.

image La Z, C y S se le unieron porque no estaban seguras de que la J fuera impasible… pero lo fue. Y por esa razón no me eché mil pesos al bolsillo. Desde ese día decidí dar prioridad a la figura de las letras, yo las amaba, ellas no se habían olvidado de mí, ya no me importaba si palabras como casualidad, destino, justicia o amor aparecieran en mi camino. Si algún día iba a suceder algo sucedería. Si no… de todas maneras iba a seguir viviendo.

09 diciembre, 2009

Mensaje enviado

“Tengo algo raro. Soledad. Creo que el silencio mata más que mil palabras.”

[Escrito por Abril G. Karera el 11 de Febrero de 2009]

Los dedos han realizado lo que les ordenaste, no hay nada más que hacer, aunque te arrepientas la pantalla del celular reza “Mensaje enviado”. Suspiras. ¿Cómo es que él se volvió tan indispensable? Un día despertaste y descubriste que no le habías olvidado. ¿Piensas que diciéndole todo eso en un mensaje las cosas se recuperarán? Hiciste circo, maroma y teatro para conseguir su número, ahora sólo es cuestión de esperar.

Llegas a casa, en tu mente baila lo que escribiste “Hola, soy Gaby, espero que te acuerdes de mí, te mando este mensaje porque tengo algo importante que decirte, ojala te comuniques conmigo”, ya pasaron dos horas y no has recibido respuesta. Te sientes tan desganada que te tiras en la cama y miras el techo, sin querer te quedas dormida. Te despierta el timbre del celular, por un momento se te ha olvidado lo que has hecho, pero cuando ves de quién es el mensaje el corazón te palpita furiosamente.

Claro que me acuerdo de ti, disculpa que apenas te responda es que no tenía saldo, dime cuándo nos vemos, ¿qué es eso que me tienes que decir?”, tus dedos se desplazan por las teclas “Lo sabrás el día que nos veamos, ¿qué te parece mañana?”, mientras esperas la respuesta comienzas a pensar si serás capaz de decirle eso que planeabas. ¿Podrás decirle que no lo has olvidado? ¿Que lo quieres tanto? ¿Podrás?

No voy a poder esta semana, ando muy atareado con la escuela, pero ¿qué te parece el sábado próximo?”, te quedas helada, tú no puedes esperar tanto, pero lo admites porque al fin de cuentas lo que importa es que se lo digas, “Vale, está bien, te veo el sábado en el centro a las seis de la tarde”. Listo. No hay vuelta atrás. Si ya esperaste varios años ¿qué más da esperar otros cinco días?

El miércoles tu celular suena a las once y media, “Buenos días Gaby, dime de qué se trata eso que quieres decirme, no puedo esperar al sábado”. Tu rostro no consigue ocultar una sonrisa, sientes que lo quieres más que nunca, pero debes decírselo de frente para que se te quite esa terrible sensación del pecho, “Lo siento no te voy a decir, sé paciente”. Le pides paciencia cuando tú eres la que se consume en la impaciencia.

El jueves te manda un mensaje a las cuatro de la tarde “Hola, hoy puedo ir a verte ¿te veo en una hora?”, ¡¿una hora?! ¿pero qué se ha creído?, no puedes, una hora es muy poco para prepararte mentalmente, no lo harás, además ya has planeado otras cosas… ¿o debes verlo? ¡No! Ya quedaron el sábado, que sea el sábado. “Es que ahorita no puedo, mejor el sábado como quedamos”.

Sin embargo ese mismo jueves en la noche te consumen las ganas de decirlo todo, ya no toleras ni un minuto más con toda esa confesión en la garganta, no has dejado de pensar en él, pensar que quería ir a verte, total ¿y si le dices de una vez? ¿y si se lo dices y el sábado sólo lo ves para que te dé una respuesta? Esa idea suena bien. De nuevo los dedos comienzan a desplazarse por las teclas.

Cuando decides enviar el mensaje son más de las doce de la noche, quizá ya está dormido ¿lo habrás despertado? No lo sabes, en la pantallita sólo se aprecia el “Mensaje enviado” que es a la vez prueba de que no hay vuelta atrás y pensando en eso te agarra el sueño. Al día siguiente sabes que en cualquier momento tu celular sonará, lo miras cada minuto desde que te levantaste a las cinco de la mañana. Todavía vas al CCH. A la primera hora te toca Griego. Pones el celular en la butaca mientras anotas las oraciones a traducir. Sin pensar te vas a revisar tu ejercicio con la profesora.

Cuando regresas no reparas en el celular porque te dispones a revisar otras cosas, parece sorprendente que por unos minutos el nombre de él salga de tu cabeza. A las ocho cuarenta de la mañana te das cuenta que el celular ha desaparecido. Lo buscas en tus bolsas, en el suelo, en la mochila, en la mochila de tu amigo, no hay nada, ¡nada!, te lo han robado. No sabes si comenzar a carcajearte o ponerte a llorar, ¿por qué te lo tuvieron que robar este viernes? ¿Por qué?

El sábado te paseas por el centro a la hora acordada.

No hay nadie.

06 diciembre, 2009

Mis poderes mágicos

“…resulta extraño reencontrarse con la gente del pasado, siento que duele el pasado, aunque no entiendo muy bien por qué… de verdad que no lo entiendo.”

[escrito por Abril G. Karera el 07 de enero de 2009]

Ellas eran las mejores amigas y tenían poderes mágicos. Solían usarlos para toda ocasión, claro está, no podían volar, ni sacar hielo de las manos, ni volverse fuego, tampoco podían ver a través de las paredes, ni oír las más bajas conversaciones… pero ellas podían pronosticar el futuro y hacer que ciertas situaciones le sucedieran a las personas que eligieran.

Lo comprobaron cuando desearon que Juan resbalara… y allá fue a dar Juan, resbaló del tercer escalón y cayó de sentón. Las dos se miraron mutuamente. Sus poderes existían en verdad. Sólo tenían ocho años y usaban los poderes a diestra y siniestra. Por ejemplo, ellas provocaron que el equipo de basquetbol, en donde estaba la niña que detestaban, perdiera; provocaron que el conserje, que a veces les cerraba la puerta porque llegaban tarde, fuera regañado múltiples veces por el director.

Provocaron la leyenda de que hasta el fondo de la cancha de fútbol asustaban, lograron que ningún niño se acercara a ese sitio, y se les quedó a ellas, en donde podían platicar y ver de qué manera iban a seguir usando sus poderes. Llegó a ser una obsesión. No podían dejar de pensar en ellos.

Sintieron que se las estaban tragando. Sintieron que dejaron de ser dueñas de sí mismas y entonces… pelearon. Lo único que mantenía a los poderes era el lazo de amistad que las unía, pero cuando este rompió… ellos desaparecieron. Lo supieron cuando se desearon el mal entre ellas y simplemente no pasó nada. Una de ellas hasta corrió a la esquina de la cancha de fútbol para ver si funcionaba… pero no. Todo había desaparecido.

Los años pasaron y ellas creyeron que todo fue un simple juego de niños.

—Aunque la verdad yo sí creía que teníamos poderes… ¿tú no? .—le dijo una a la otra un día hace cinco años.

—La verdad yo también lo creía.

Ambas tenían en la mente volver a intentarlo… pero les pareció absurdo y abandonaron la idea. Después la vida las separó, la distancia, las situaciones, cuando una se dio cuenta ya habían pasado tres años sin saber de la otra. Los tiempos habían cambiado tan rápido.

Sin embargo, esa mañana de enero vi en mi bandeja de entrada una solicitud para el jai faiv, era de ella. La acepté. Nos volvimos a frecuentar. En enero de este año me reencontré con mi mejor amiga de la infancia.

Ahora simplemente quiero creer que todo es una casualidad. Porque el destino y los poderes mágicos no existen ¿verdad? Todo es una simple casualidad, porque entonces ¿cómo explicarían que cuando deseo algo… se me cumple? ¿cómo explicar las tantas cosas que he pedido y se me han dado? ¿con qué sustentar el hecho de que casi siempre tengo una suerte excepcional?

La razón me dice que es una casualidad. La intuición me susurra que son mis poderes mágicos.

03 diciembre, 2009

Carretera

carretera Caminar. Tan sólo caminar. Mirar tus labios moverse al compás de tus palabras y a tus palabras bailar con tus historias y a tus historias envolverme en su trama… y a la trama llegar sin previo aviso…

Y luego besarte… fundirme con tus labios… mezclarme en tu silencio y hacer un silencio extraño, de esos que nadie oye más que nosotros. De esos silencios que apagan los estruendos, que se vuelven atronadores, que te impactan en los oídos, que ni con suspiros, ni con frases románticas tendrán más sentido que si sólo estamos callados.

Tan sólo pensar en que te irás me hace extrañarte más que nunca. Así que rozo mis dedos con los tuyos y permito a tu risa traspasar mis labios e inundar de su sonido mis pulmones y la tráquea. Mi risa suena a la tuya. Te lo dije, cambiaríamos de risa… Y ahora me tomas de la mano y esperamos incesantes a que los automóviles terminen de pasar… las luces de los faros iluminan nuestros rostros contentos.

Mirarte de ladito, sintiendo el concreto frío en la espalda, son de esas situaciones que no olvidaré, ver el cielo nocturno y despejado, y tu sombra despegada de tu sombra, convertida en la silueta que se inclina para besarme. Si pudiera describir cada movimiento que provocas a mi cuerpo, es una enorme población de guerras y encuentros, de proclamaciones de paz, de explosiones en los dedos…

Ya no me basta con sólo un beso ¿sabes? Si contigo todo el ajetreo del mundo lo siento en los latidos. Ya no me basta con sólo un beso pero nos tenemos que parar porque se acerca un auto. Así que desafío tu mirada en la oscuridad, las pupilas se desprenden y divagan en el ambiente. Nuestro silencio se ha comido las pupilas. Ya no sé dónde comienza y dónde termina la carretera, pero estuve contigo en algún punto de ella, el principio o el final, ¿a quién le importa?

Dile a nuestro silencio que me devuelva las pupilas porque necesito ver bien mi rostro a la hora de escribir esto.

27 noviembre, 2009

Fragmentos de estos días

Lo lindo (o cursi)

David a Lupita:

—Tengo que decirte algo pero necesito que no seas mi novia.

—Cortemos pues.

—Hmm… ¿quieres ser mi novia?

Lo vergonzoso (o perverso)

Gaby viendo la televisión a altas horas de la noche, los comerciales de MForce atacan la programación, a su mente sólo puede surgir una pregunta.

—Tere ¿cuánto cuestan los condones?

—O.O No sé Gaby.

—¿Ni sabes de los texturizados?

— Jaja ¿Por qué preguntas eso?

Sin comentarios.

Lo loco (o la droga)

Tere y César, a punto de luchar para disputarse unos 2 jugos y 2 cafés, gritan:

—¡Me gusta el pan, las tortillas y la leche!

Nadie sabe la razón de ese comportamiento. Sigue la investigación sobre alguna enfermedad en sus facultades mentales.

Lo triste (o lo tierno)

Pablo Larios conoce a una chica en la alberca olímpica, decide hablarle pero ella ya no ha ido a las prácticas, Pablo se desahoga con David y dice:

—Es  que creo que nunca la volveré a ver.

David conmovido por esas palabras le sugiere que la vaya a buscar. Dos días después Pablo la encuentra.

Regaño (o frase célebre)

[Tere o David o Gaby] comete un error y [David o Gaby o Tere] dice fuerte:

—!Se te dijo cáon!

Inocencia (o mente sucia)

Gaby conversa con David y Tere por llamada en el msn cuando David grita:

—¡Vistes* cómo movió sus senos!

—¡¿Pero qué están viendo David?!

—A Batista, está saliendo con tu novio Kane… ¿pero en qué pensaste Gaby?

De nuevo sin comentarios.

*Se dice vistes porque el sujeto se refirió a dos personas (Gaby y Tere), si fuera sólo una hubiera sido viste. o.O

Chiste rojo y sucio

Estaba Caperucita y… se cayó en el lodo.

 

Notas:

¡Feliz primer mes de noviazgo de Tere y César! (mis mejores deseos para ustedes, saben que los rete-quiero).

Terminó el rally Caza de Letras, ganó Aloysus Acker, chileno.

21 noviembre, 2009

Tic

Tiembla. No se detiene. Tiembla constantemente y de la manera más repentina que ha colmado la paciencia.

“Analiza sintácticamente y traduce las siguientes oraciones:

Vanam gloriam qui spreverit veram habebit…”

No deja de temblar. Pronto pestañeas. Estiras el pie. Mueves tus brazos. Lees de nuevo la instrucción. Respiras. Todo en balde. El tic continua. El ojo tiembla. Puf, si tan sólo los nervios no sometieran la voluntad, sin tan sólo todo fuera más sencillo, pero es falso. El ojo tiembla. Con él tiembla todo. La imagen que no deja de moverse termina por frustrarte.

Son los malditos finales. Los que frustran a medio mundo. Son ésos para los que, los más comprometidos, estudian con conciencia. Son ésos para los que, los menos comprometidos, sufren cada momento del día. Y el tic lo sabe. Con trabajos ha logrado terminar el examen de latín. Ni con el café se tranquilizó. Ni con el cigarro. Ni con el sueño.

Y ahora tiembla cada vez más rápido. Lo hace tanto que el párpado caído no lo puede detener. Comenzó desde que se enteró del final de griego y el de historia y el técnicas y el trabajo final de Lingüística. El ojo ya casi quiere llorar, no tolera tanto movimiento. La idea de recurrir al Dalay es cada vez más fuerte… pero entonces se piensa… sólo es un semestre… sólo son algunos exámenes… ¿cuántos exámenes has hecho en tu vida? Tantos que ya ni la memoria los registra… y ya estás aquí, estudiando lo que más quieres.

Ya no tiembla. El tic se detuvo. Se le ha hecho entender que sólo debe temblar cuando ya nada, nada tenga remedio. Y en esta vida sólo la muerte no tiene remedio.

 

Recomendación:

¡El Rally Literario Caza de Letras está a punto de llegar a su fin! Los tres finalistas son Aloysus Acker, Mahout y Random Catódico. Mi favorito es éste último y es el que necesita más votos. Dense una vuelta y bríndenle su apoyo. VOTA POR RANDOM CATÓDICO.

18 noviembre, 2009

Cuando el tiempo se hartó

Ellos se querían mucho. Eso lo sabía el tiempo, solían despreciarlo continuamente, no tomaban en cuenta la hora marcada por los relojes, se miraban cientos de segundos, platicaban cientos de minutos, se extrañaban cientos de horas y cientos de días estaban juntos, queriéndose. El tiempo se hartó. Decidió raptarla.

Entró sigilosamente a su habitación, era de noche, se metió entre sus cobijas y la jaló de la mano izquierda. Cuando él despertó sólo halló el suave aroma de su cuerpo, todo lo demás había desaparecido. La buscó por todos los lugares que habían visitado, quiso encontrar rastros de ella en las fotografías y las cartas y las canciones, no había nada… ella se había ido.

El tiempo la encerró en una habitación sin ventanas, pintada de rosa, con más de cincuenta relojes a deshora, el tic-tac continuo taladraba los oídos, ella pronto desistió en luchar por huir de aquel lugar, la nota repetida constantemente se convirtió en su único pensamiento, cuando intentaba gritar la voz se destrozaba ante el inminente ruido, pronto tuvo en la garganta palabras que se pudrían.

Así estuvo más de un año, aunque ella no se dio cuenta, dentro de esa habitación era imposible contar los días, el tiempo decidió apagar los relojes, quería que ella notara que no era tan fácil desafiar el conteo rápido de los segundos. El silencio fue más que atronador. Ella se percató hasta que su cerebro se deshizo del último rastro de tic-tac y entonces el silencio la embriagó.

Ahora lo único que se oía eran las lágrimas bajando por las mejillas y la tenue respiración. Ella se ahogaba en el mar de sus confusiones, él ni siquiera sabía dónde estaba, y así poco a poco la soledad los fue carcomiendo. Cerraba sus fauces alrededor de sus cuellos. Ella en la habitación sin tiempo, él en las calles que una vez pisó con ella. La soledad arreaba casi tan parejo como la muerte.

—Me los dejaste en charola de plata.—susurró la vieja soledad apretando sus dedos arrugados alrededor de las gargantas.

Los ojos se desorbitaban. Ella estaba a punto del colapso. Él aun se aferraba en caminar, aunque cada dos pasos iba a dar al suelo.

El tiempo hizo caso omiso… escribió la historia en forma de cuento y la dispersó por el mundo, fue leído cientos de veces, contado miles, destrozado por más de mil hachas de mentiras, cuando llegó a mí tan sólo era un cuento mutilado. La soledad te está ganando la partida Tiempo, creo que aun los puedes juntar, si ella todavía es capaz de respirar y él aun capaz de caminar, si los dos se buscan mutuamente… Tiempo ¿qué te cuesta volver a unirlos? ¿Tan grave es que hayan sido tan felices sin tomarte en cuenta? ¿Quién puede más tú o la soledad?

¿Acaso estar solos no es otra manera de burlarse del tiempo?

13 noviembre, 2009

El cuento mutilado

Existen más de mil versiones de un cuento que nunca fue escrito. Fue ingerido y masticado por más de un millón de bocas, fue mutilado por tantas hachas de mentiras y desechado por tantas lágrimas efímeras que cuando llegó a mis manos tan sólo era unas cuantas palabras unidas por un soplo de aliento. Estaba a punto de desaparecer.

Lo tuve en observación toda una semana, junto a los libros de Isaac Asimov que tanto me gustan, trataba de darle medicina convertida en notas musicales, una mezcla especial de piano, violín y guitarra, quizá así despertaría, quizá así su sueño sería menos pesado y pronto volvería a ser un cuento de verdad.

Sin embargo pasó la semana y él no mostraba indicios de querer volver a existir, depositado entre los libros, a un costado de los lápices y las lecturas de Lingüística, yo vi al cuento llorar… sus débiles palabras se rasgaron en el cuaderno…

…que tiene en la garganta palabras que se pudren…

sus lágrimas convertidas en chorritos de tinta mancharon las páginas de mi diario, cayeron justo en la frase que reza:

…ella se ahogará en el mar de sus confusiones…

—¿Quién cuento? ¿Quién? .—dije tratando de unir las palabras que se quebrantaban, ese día se quedó dormido.

Yo no pude conciliar el sueño, ¿quién lo había mutilado de esa manera? ¿Quién era el malvado que se atrevía a destruirlo? y ¿quién era ella? ¿Quién tenía en la garganta esas palabras podridas? Es verdad que la segunda frase derivaba de mi diario… ¿acaso era yo?

Antes de que dieran las tres de la madrugada el cuento despertó, yo no me di cuenta porque tenía los ojos cerrados, las pupilas trataban de tragarse las lágrimas, no oía nada, todo era el mismo tamborileo del silencio atronador.

… la sola mención de ese concepto le eriza los vellos de la nuca…

…si tú lo comprendes, si tú lo escuchas, tienes que volver, que la soledad se la traga a bocados, que cierra las fauces alrededor de su cuello y sujeta sus manos con violencia…

Por la mañana me di cuenta, el cuento sólo se podía recuperar si yo me disponía a unir sus frases por medio del rasgueo de mis dedos, que a tanto tiempo de ser olvidado, después de esa mutilación, el cuento aún guarda entre sus letras ese mensaje que está cerca del punto final

…la maldita soledad te está ganando la partida ________.

Nota: Espero tenerlo listo para el próximo post. :)

11 noviembre, 2009

Nuestro vecino es un perro

Lo supe el día en que desperté temprano y vi su mirada a través de la ventana, tenía los ojos fijos en mi persona, traté de no hacerle caso, quizá yo era la que veía mal, ¿quién asegura que en una distancia de 10 metros no confunda una las cosas? Sin embargo no se movió de su lugar, ¿acaso no tenía otra cosa que hacer? Rápidamente corrí las cortinas de mi habitación.

Pronto llegó la hora del desayuno, ya me había olvidado de su presencia, hasta que a la mitad de mi fruta con crema David dijo: “Alguien nos está observando”, Tere y yo volteamos mecánicamente, ahí estaba el vecino de nuevo, viéndonos comer… tenía una expresión extraña ¿acaso tenía hambre? Comenzamos a conjeturar situaciones, a lo mejor sufría maltrato familiar… a lo mejor era un solitario, no tenía amigos y al mirarnos a través de la ventana se sentía perteneciente a nuestra familia.

Pobre vecino, se veía tan triste… un día me di cuenta que cuando íbamos a la escuela él se metía a lo cálido de su hogar, llegué hasta tomarle cierto cariño, hasta ganas me dieron de tocar a su casa y saludarlo, “Hola soy Gaby ¿cómo estás?” pero la sola idea me pareció absurda. Demasiado absurda.

“Sólo te mira a ti Gaby” comenzó a molestar David. ¿Cómo rebatir su idea? Era verdad, por las noches antes de acostarme suelo mirar por la ventana para observar la prisa de la gente, su psicosis nocturna de algún asalto, y entonces reparé que ahí estaba de nuevo el vecino. ¿Cómo describirlo? No me quitaba los ojos de encima “Maldito vecino perro” pensé, lo miré fijamente, apliqué con él el juego de a ver quién parpadea primero. Era buen jugador, o igual ni estaba jugando, ya era de noche, ¿quién me asegura que todo fue una simple imaginación?

Traté de sacarme su imagen de la cabeza, corrí las cortinas de mi habitación y me dispuse a ir a dormir. El sueño ya me estaba agarrando cuando de pronto se comenzaron a escuchar sus ladridos, mugroso vecino, aparte de mirarme casi todo el día, por las noches no me dejaba descansar.

10 noviembre, 2009

Mientras Gaby no está

Decidimos escaparnos de su mente, dejarla en el vacío de un sueño sin sentido y venirnos a publicar a este espacio, nos ha tenido tan atareadas con sus deberes que decidimos darle una cucharada de su propia medicina, jojojo, cuando cheque el post le dará un infarto. Por cierto, nosotras somos las otras yo de ella. Y saludamos a los otros yo de ustedes. No a ustedes.

Ahora sí…

¿Sabían que…

1. …Gaby está enamorada? Sí y es algo tan sorprendente que ni ella se lo cree jaja, es de un niño mega simpático que también ya nos ganó el corazón, cómo no, si el muchacho hace méritos para ser querido, se ven tan bonitos juntos que comenzamos a creer que es la primera vez que Gaby se enamora en serio desde hace algunos años.

2. …ella escribe un diario desde hace 10 años? Así es, su diario es muy codiciado por algunos de sus amigos, más por los de la primaria, tiene tantas cosas escritas que hasta ella misma se sorprende, aprende más de sí misma y puede darse cuenta con mayor claridad de sus errores, aunque es también desventaja pues suele no olvidar rápido.

3. …duda a veces de su licenciatura? Sabemos que en el fondo ama las Letras Clásicas, pero a veces nos preocupa porque no le gusta traducir los textos del griego al español, mas bien creemos que es debido a su falta de dedicación.

4. …extraña horrible a sus papás, sus hermanos y su casa de Coyotepec? Porque cree que no estaba lista para venirse a vivir al DF, pero luego se acuerda de que tiene un sueño y que si está aquí es porque sus padres confían en que ella es capaz de alcanzarlo, así que no se desanima.

5. …adora vivir con Tere y David en el departamento? Todo el día es pura risa, está convencida de que si no viviera con ellos ya se habría regresado al pueblo desde hace mucho, son como sus hermanos y los quiere mucho, con ellos siempre aprende algo nuevo siempre y nunca decae su ánimo.

6. …quiere ir a ver a ColdPlay en concierto? Pero como es pobre no consiguió alcanzar boletos, nosotras también queremos ir a verlos, sus canciones nos llenan por completo, ¿alguien revende sus entradas? ¿alguien conoce donde conseguir bueno y bara bara? ¡Por favor! ¡Estamos desesperadas!

7. …tiene un trauma desde hace 6 años? Es algo que de tanto pensarse ya hasta se nos hizo costumbre y no nos preocupa mucho, pero en el fondo sabemos que debemos desterrarlo, que no es bueno vivir con esa piedra en el zapato, la cuestión es ¿cómo? Parece que ese trauma quedará ahí hasta la muerte.

8. …es muy descuidada con sus amigos? Pero en serio no es su intención, quienes la conocen sabrán que ya nada podemos hacer con su falta de atención, ella realmente valora la amistad pero no es muy dada a andar proclamando eso a los cuatro vientos… quizá porque en el pasado cuando lo hizo la traicionaron y… sin querer se quedó con esa sensación.

9. …no puede vivir sin música? Le gusta la música tranquila, quizá así la podemos definir bien, ama a varios artistas pero con quien se siente totalmente identificada porque sus canciones la sacaron de estados de ánimo deplorables son Natalia Lafourcade, ColdPlay, Ely Guerra, Monocordio  y  Yann Tiersen.

10. …nunca quiere desvelarse pero termina haciéndolo de todos modos? Por msn sólo habla con dos o tres personas, luego le dan ganas de escribir, cuando se da cuenta ya está leyendo, se pone a platicar con Tere y David, después descubre que ya pasan de la 1 de la madrugada y entonces cae en la cuenta de que es imposible dormir más temprano.

Aún hay muchas cosas que contar pero parece que Gaby está despertando así que nos vamos… si quieren saber algo de ella díganlo, nos comenzará a torturar una vez que empiecen los exámenes finales así que tenemos mucho que contestar, esperamos pronto volver a salir de su cabeza. ¡Ánimo otros yo! Siempre pueden safarse de quien intenta someterlos.

 

*Premio

Premi

Post en alusión al premio que me otorgó El Chico Lunar, es el primero que me dan así que soy feliz, las reglas eran decir 10 cosas honestas de mí, hacer promoción al blog que me lo dio (¡Chico Lunar fue mi primer seguidor! Y cree en Dios, algo que no encuentras muy fácil en la juventud actual, además es sumamente gracioso, ¡visítalo!), mentársela a alguien… (pero en realidad no sé a quién, así que sólo digo ¡NO AMES TERE!, ella lo entenderá XD) y dárselo a otros 9 blogs. Pero como soy nueva en esto… se lo doy a quien lo quiera ^.^ Por cierto, ya sometí a mis otras yo, a veces se me escapan, pero siempre vuelven a donde deben estar.

04 noviembre, 2009

La lluvia no mata

Una vez la tristeza se convirtió en una masa espesa que cayó sobre mi espalda, no sé cómo rayos llegó allí, sólo sé que cuando reparé en su existencia era tan grande que ya no pude ni caminar. Esa tristeza me ahogó los días, los tomó antes de que yo fuera capaz de abrir los ojos y los estranguló de una manera tan sutil y rápida que cuando desperté ya no tenía sentido rescatarlos.

Se alimentó de mis pensamientos, todos los minutos en que yo traté de quitarla de mis hombros se coló por los oídos y llegó a la masa cerebral tomando las pequeñas ideas aún en incubación, las devoró como las serpientes se comen a los ratones… ni siquiera les dio chance de huir… así que pronto fue creciendo más y más que fui incapaz de aguantarla.

Me derrumbó por los suelos que pisé, todo lo que ella bebió fueron mis lágrimas, se hizo un monstruo que no tenía sombra pero que logré mirar fijamente a través del espejo. Me desesperó. ¿Cómo quitarla de encima? Ya nada tenía sentido, era más rápida que mis ideas, más veloz que mis ganas de despertar… era la tristeza más cruel que yo en mi vida había conocido.

No se contentó sólo con tenerme debajo de ella, no se conformó con mis ideas y mis lágrimas, estuvo quieta sólo hasta que entró por los ojos y me inundó el corazón con su espesa masa, en mis venas circuló su líquido y dejé de sentir, dejé de creer, me volví un simple objeto poseído por la tristeza. Ya nada podía salvarme, estaba destinada a lo peor.

Entonces… con la mirada perdida… con lo ojos rojos de tanto llorar… con las expectativas destruidas, los sueños inconclusos y su sonrisa malévola sobre mi cabeza… vi que llovía con fuerza. Las gotas caían incesantes sobre el pasto del jardín, parecían lavar el cielo entero, dejaban todo con nueva esencia… ¿y si lavaba la tristeza? Salí corriendo a gritar debajo de la lluvia… quería deshacerme de ello, quería deshacerme de todo, todo lo mío que estaba tan mal, no pude distinguir mis lágrimas de las gotas, todo se volvió uno… quería morir…

La masa densa se lavó con las gotas de lluvia… aun quería morir… pero afortunadamente la lluvia no mata.

01 noviembre, 2009

Calavera de Peyote*

Cuentan que cierto día la parca
se encontró con peyote en la web
"No ma, tienes la cara drogada"
dijo la huesuda por internet.

"Es porque dicen que me parezco
a ti pero con rostro feliz
anímate muerte, no es un juego
es algo fácil de digerir".

Pero ella no pensaba lo mismo
"Ahora no vive quién te salve"
peyote con mucho miedo dijo:
"¡Yo tengo dudas existenciales!"

Replicó ella en encuentro cercano
"¡Si no has hecho nada con tu vida!"
"¿Qué hay de mi blog Fumadas con pasto?
¿qué dices de la morbo-entrevista?"

"Lo pensaré si pides perdón"
"Pero ¿cómo crees que voy a hacer eso?
mejor te mando mi último post
o mejor te presento a don memo"

"Olvídalo, yo tengo el poder,
y en incidente microbusero
la peste negra vas a tener
¡guarda tu minuto de silencio!"

"No manches, si por eso no salgo"
sonó la voz grave de peyote
"Es misterio misterioso extraño
el por qué te dejaré sin nombre".

Eso último lo dijo la muerte
pero peyote tuvo otra idea
"¿Soy el único que no tiene suerte?
te veo en recuerdos color sepia,

¿no te acuerdas que hace mucho tiempo
te dije que moriría en paz?
porque ¿qué le voy a ir a ver a un muerto
si tú me dices cómo matar?"

¡Sóbese! Hizo efecto en la catrina
la calaca lo miró con duda:
"Bien, washa washea con tu vida
es mejor que darte mi fortuna".

 

Notas:

1. Sé que la calavera se tenía que publicar hasta mañana pero no voy a estar en casa así que la publico desde hoy, espero que les agrade, me divertí muchísimo haciéndola  y espero que quede entre las finalistas del concurso convocado por Oveja Descarriada.

2. ¡Visiten a Peyote!

3. Y visiten también a Serch porque él (espero) hizo la calaverita a este blog XD.

“¡Feliz Día de Muertos!”

*Los versos de la calavera están en perfectos decasílabos ^^

29 octubre, 2009

El regreso de la niña

Duermes. Oigo tu respiración tranquila. Sueñas. Seguro que sueñas, ¿con qué? No lo sé, sólo puedo imaginarlo, pensar que sueñas con volar, creer que sueñas que eres grande… que tocas la luna, las estrellas, creer que sueñas que todo va mejor en ese mundo onírico que en esta realidad asfixiante. Miro. Sólo miro. Ahora no puedo hacer nada más, mi cuerpo se desvanece al intentar tocar tu frente, veo como un escalofrío te recorre… a pesar de todo, me sientes.

Me pregunto si es verdad que cuentas con el sexto sentido, si es cierto aquello que proclamas sobre saber algunos rasgos del futuro, ahora no me asusta ni me preocupa, pero me lo pregunto porque desearía que fuera verdad, que pudieras notar mi estancia, que me sintieras, te levantaras y me vieras, aquí… sentada en tu cama.

El silencio de la noche en este departamento es casi como en el pueblo, sólo que con la ausencia de los grillos, el tren y los balazos lejanos, aquí se oyen conversaciones, patrullas, gente yendo y viniendo. ¿Cómo te has adaptado? No lo entiendo. Quisiera adaptarme tan bien como tú a este estado de existencia, ¿existo? ¿o soy sólo una cosa fuera de esta existencia? Te sorprenderías con la pregunta y comenzarías a debatirla de inmediato si lograras escucharme.

Tengo que hallar la manera de que puedas encontrarme, hace tanto que no sabes de mí que he comenzado a salir de tu memoria, tengo que hacer que despiertes, que puedas verme un fragmento de segundo, justo en el momento en que estás completamente encamorrada, en que el mundo onírico se mezcla con la realidad, se crea la puerta, la visión, podrás verme, pero ¿cómo te despierto? Lo único que te causo son escalofríos…

Comienzo a filtrarme en tu sueño, me sorprende que sueñes con esas personas, tu sueño está medio vacío… pero ya me ves… comienzo a gritarte… te asustas… corres por los terrenos pedregosos de tu sueño… te persigo… los latidos furiosos de tu corazón forman el ritmo de todo el ambiente  del sueño, no me canso de seguir, tus gritos inundan el ambiente “¡Despierta! ¡Despiértate Gaby! ¡Esto es una pesadilla! ¡Una pesadilla! ¡Despierta!” Sigo detrás tuyo… volteas y  entonces noto que estás a punto de despertar.

Cuando abres los ojos lo primero que ves es mi silueta, te quedas sin respiración, los cierras y tratas de despertar bien, ahí está mi sombra, pero entonces la conciencia comienza a adquirir su propia conciencia y me desvanezco… ya no te veo… he vuelto a este sitio hostil, de donde quiero salir para buscarte, para que entiendas que no te desharás de mí fácilmente… no hasta que cumplas el decreto, “ellos no se irán hasta que el último venga”.

 

Recomendación:

¡Visita las ofrendas colocadas en Las Islas de Ciudad Universitaria!, este año el tema de Día de Muertos ha sido alusivo al gran maestro del cuento de terror: Edgar Allan Poe, sería bueno si visitas las ofrendas en honor de Berenice, El Gato Negro, La Casa Usher, El Corazón Delator, entre tantos otros cuentos que tiene este magnífico escritor. No puedes faltar. La imagen presentada es del año pasado.

27 octubre, 2009

Método paraguas

Nublado.

Doña Meche tomó su enorme chamarra azul marino, se puso sus zapatos tipo tanque, su pantalón de tela impermeable, agarró su paraguas enorme y puntiagudo y salió conforme de su casa. No le agradaban esos días, el metro iba peor que los caracoles, el tráfico era horrible, en los camiones se encerraba un calor apestoso y la gente solía estar más desesperada, con el calor al menos se abochornan y duermen, pero con frío todos quieren hablar.

Cuando llegó al pumabús y vio la línea 5 casi llena se apresuró, tenía que estar dentro de los barandales azules si quería garantizarse un lugar, como estaba chispeando seguramente todos preferirían usar taxi, y, como al parecer era día de que el pumabús tardaba eternidades, muchos de los que estaban delante de ella preferirían salir de la fila.

Así que en el transcurso de unos diez minutos avanzó cuatro lugares, suficientes para saber que se iría en el próximo transporte. Quedó justo en frente de una niña, parecía muy pequeña para ir a la Universidad, pero alcanzó a oír un fragmento de su plática:

-Yo no estudié para Historia, ¿tú sí?

Se quedó sorprendida, esa niña no parecía tener más de 15 años, y ya iba en la Universidad, recordó sus propios años mozos, ¿se veía tan chiquita como ella? tal vez sí. El pumabús tardó mucho como de costumbre, entonces se dio cuenta de que era hora de aplicar su segunda parte del plan, lograr alcanzar asiento. Abrió su paraguas fuera de los barandales, pronto comenzó a mojarse, pensaba feliz en la aplicación de su plan cuando notó los ojos de la niña sobre ella. Rápidamente se apresuró a borrar su sonrisa y adoptó una postura seria.

Subió al pumabús detrás de la chica, entonces oyó:

-Gaby, siéntate aquí. –un joven se levantó de su asiento y se lo cedió a la niña.

¿Cómo era eso posible? Ella ya andaba rondando en los 55 ¡y no le habían dado el asiento! Tenía que aplicar en definitiva su plan, observó a la niña que se hallaba felizmente sentada, seguía pensando que era una escolar de secundaria, la chica obvio advirtió su mirada pesada, pero a doña Meche le sorprendió que le sonriera. Aún así ella era la víctima elegida.

Se acercó a ella, puso el paraguas boca abajo justo arribita de los pies de la chica y pronto notó felizmente que el pantalón de Gaby comenzaba a mojarse con las gotas que escurrían de la sombrilla. La niña hizo un gesto de sorpresa e hizo alguna cara a sus amigos, luego doña Meche notó satisfactoriamente que la chica intentaba decirle algo…

-Disculpe… –se oyó su vocecita. –Disculpe…

Doña Meche adquirió un rostro severo y le respondió:

-¿Qué?

-Es que… me está mojando con su paraguas… –la cara de la niña casi la hacía explotar de la risa, ¿qué tipo de chica era?, ¿qué tipo de niña pone una cara exagerada de tristeza y no deja de unir sus dedos índices de cada mano como si fuera caricatura? Aún así doña Meche se impuso y con la voz más severa que pudo le dijo:

-Pues no sé qué quieres que haga

La chica sonrió y le contestó con tranquilidad:

-Le tengo dos sugerencias, una: que pase su paraguas a la otra mano o la otra: que se siente donde estoy yo.

Doña Meche se quedó atónita. ¿Acaso Gaby sabía cuál era su plan? La chica se levantó tranquilamente del asiento y se lo cedió… doña Meche se sentó avergonzada.

-Gracias.

-De nada… el método paraguas funcionó conmigo. –susurró Gaby.

Doña Meche pareció no escuchar y sin querer le preguntó:

-Disculpa, ¿cuántos años tienes?

-18

Efectivamente, esa niña iba ya en la Universidad.

23 octubre, 2009

¿Cuántos duermen soñando?

Los tenis sucios pisando cada escalón de esas escaleras que dirigen al metro, las manos sucias por rozar tantos barandales, la prisa de llegar siempre aunque sea diez minutos tarde, el barullo de la gente, tantas pláticas, tantos pensamientos, tanta nada. No te detienes. Nunca te detienes. Así has visto hacer a muchos a otros, nunca se detienen, ni para oír la oferta de Telmex y su contratación gratis, ni para comprar tres frutsis al precio de uno, no te detienes ni para recibir el volante que reza “termina tu preparatoria en un solo examen”.

Caminas, por simple impulso corporal, caminas, no miras a nadie y a la vez no tropiezas, como si el cerebro se supiera de memoria cada sitio que debes pisar sin error, el navegar contra la corriente de personas que bajan del metro, sudorosas, cansadas, con olor de perfumes baratos. No te fijas, nunca te fijas, sólo lo percibes.

-¡Woow, ser bonita ese pintura! –se te cuela en el oído. Volteas por mecánica, es un extranjero señalando el inmenso mural que recibe a los que bajan del metro. Nunca has reparado en su existencia. Siempre lo adviertes pero jamás lo has observado, ¿de qué será?, piensas, pero ahora no tienes tiempo para contestar esa pregunta, ya será después.

Tus ojos comienzan a visualizar el ambiente, ahí una pareja besándose, allá un señor con un libro abierto, en ese sitio un hombre gordo sosteniendo La Prensa que dice: “Lo hicieron cachitos”, imaginas tu cara de asco y sigues avanzando, ¿en que piensas?, adviertes, ¿desde que saliste del departamento en qué estás pensando?, es verdad, se puede no pensar en nada, o quizá no lo recuerdas.

Vienes con esa idea en la cabeza cuando alguien te rebasa, es un chico con converse verdes, sus pantalones son azul claro, te ríes, lo sigues con la mirada sobre su espalda, notas que no va combinado, ¿eso qué?, te reprochas, no es importante ir combinado, el chico avanza casi tan rápido como tú, va oyendo música, se refleja en el mismo pedazo de espejo que está casi al final del pasillo y entonces sus miradas se encuentran en el reflejo, pero sólo fue un instante, fue un no existió, cada uno sigue en su mundo.

Entonces te das cuenta que ya vas a bajar de nuevo las escaleras del metro para tomar el pumabús, y ahí la ves otra vez, a esa señora indigente que se pone justo al principio de las escaleras, estorba, piensas pero inmediatamente un sentimiento de culpa te recorre el cuerpo, si le compraras se iría más rápido, pero nunca llevas cambio y lo que vende son sólo dulces, en unos segundos la rebasarás, en tan sólo unos segundos se sumará un día más en que la ves y no le compras nada, llevas dos meses viviendo aquí y no has sido capaz de comprarle una paleta.

Comienzas a atormentarte, alrededor nadie se da cuenta, caminas como autómata, desvías los ojos hacia cualquier cosa, cualquier situación que te quite esa sensación tan horrorosa… pero chocas… chocas con el chico de los converse verdes, se ha detenido justo en frente de ti, se ha agachado, ha tomado una tupsi-pop y le ha dado unos pesos a la señora, entonces has visto la mirada de esa viejita de cabellos blancos y mugrosos devolverle al chico una sonrisa con los ojos y un apenas entendible gracias.

El chico de los converse verdes baja volado las escaleras, quizá no oyó el gracias de la señora pero ya lleva la paleta en la boca. Te quedas parada ocasionando tráfico al comienzo de la salida, la señora advierte tu presencia, su mirada está perdida… pero te ve… comienza a entonar una canción, no le entiendes mucho, la gente con prisa empieza a empujarte, nadie oye esa canción, nadie nota nada…

-Deme un kinder delice. –Apenas logras decir, la viejita te lo da sin dejar de entonar con voz algo tosca la canción, le pagas y continuas tu camino con la tonada de esa melodía pareciendo que a tus oídos no deja de sonar: …la vida, la vida, la vida que es la vida, en tratar de entenderla se nos va la propia vida*…

*Sí, para quien lo advirtió es DUERME SOÑANDO de El Gran Silencio, pero la tonada de la viejita era obviamente mucho más lenta. ¡¡Vientos por la doña!! ¿O ustedes qué dicen?

21 octubre, 2009

¿Cómo lo hace?

¿cómo lo hace?

Estás y no estás aquí… no comprendo nada, la gente debería de cambiar, la gente debería ser diferente, pero no como yo soy, sino sólo diferentes, ¿por qué parece a veces que todos somos iguales? ¿por qué parece a veces que no habrá un futuro mejor para la sociedad?

-En fin, te digo Davicho, hay que comernos ese spaguetti. –dice la voz de Tere mientras saca el recipiente del refrigerador.

Yo de verdad no entiendo nada, a veces me frustra ser como soy, siento que mi presencia no hace ningún cambio a nada, pero ¿cómo soy? claro que sé cómo soy, sí lo sé, pero entonces ¿por qué me perturbo por estas cosas?

-Gaby, calienta por fa las tortillas. –dice David mientras prepara la mesa.

-Ehh… sí… –respondo.

Todo es como calentar las tortillas, si no te pones listo se te queman, si tienes demasiada prisa no se calientan lo suficiente, debes esperar justo lo necesario para que sepan ricas a la hora de comerlas, ¿y si me estoy apresurando? ¿y si nada es lo que parece? ¡ay mensa, ya me quemé!.

-¡Auchh! –digo sin pensar.

-¿Qué pasó? –preguntan ellos al unísono.

-Nada, nada.

Nada ha pasado, una simple quemadita, ¿cuántas caliento? La comida no debe contarse y menos las tortillas, pero si caliento más y se quedan hasta hacerse duras, mejor las cuento. Ashh, de verdad me frustra esto, ¿por qué me sucede a mí? ¿Qué ha hecho ese niño para ponerme así? ¿Yo merezco esto? Ahhhh no me conozco, eso es un hecho.

-Ya  siéntate Gaby. –dice Tere mientras pone lo que falta y se sienta.

-Ya voy.

Me pregunto si algún día podré entender lo que sucede a mi alrededor, me dan ganas de poder comprender esto, pero ¿cómo? ¿cómo? No sé qué me ha hecho, es tan genial, pero me frustra.

-Entonces te cuento David, iba yo caminando por la calle cuando de pronto no entendí… –comenzó a hablar Tere.

Sí, seguro es su mirada, a lo mejor fue su mirada, a lo mejor… pero igual fue su sentido del humor… sí a lo mejor fue su sentido del humor…

-…fue tan gracioso ¿puedes creerlo?

-¿En serio? Jajaja, imagínate que yo…

O a lo mejor no fue nada… y fue todo… ashh, me choca ponerme así, porque mejor de una vez no acepto que me gusta y ya, ¡claro que me gusta! pero… es que no entiendo por qué… o sea, sí sé que me gusta desde hace mucho, pero esto… esto no se siente de la noche a la mañana… me estaré haciendo bolas yo solita…

-…y entonces que voy con Pablo Larios hablando de la tarea y en frente de nosotros…

De veras que no me siento bien, estoy entrando de nuevo en un trauma existencial, esto no puede ser válido, no aquí… pero me pone tan mal, necesito saber si yo le gusto… qué ñoñada, ponerme así por esto, qué pesadez, me frustra, me frustra… aaaaaaaaa, demonios… ¿cómo lo hace? ¿cómo lo hace?…

-¿CÓMO LO HACE? –mi voz resonó en la cocina.

Tere y David me miraron perplejos.

-¿Qué te pasa? ¿Cómo lo hace quién? –preguntaron.

Y entonces yo pude percatarme que mis pensamientos se volvieron palabras habladas… menos mal que fue eso lo que se escapó y no lo demás ^^.

19 octubre, 2009

La luz nos abandonó

Deambulo por estas calles llenas de humo de tabaco, de ruido, de palabras obscenas… deambulo como lo hacen los que no tienen a donde ir, como los que sueñan despiertos en irse de aquí, viendo y no viendo nada, vagando… simplemente vagando. Deambulo como un fantasma, sin piel, sin sombra, sin pensamiento.

Me fui, yo los dejé solos para que se hicieran bolas, para que se tentaran en la oscuridad y pudieran observar sus ojos brillantes ante alguna tenue luz de vela, los dejé sin aparato eléctrico alguno, destruí sus expectativas del día, esas de platicar por medio de internet con la gente que extrañan, esas de cautivar sus oídos con las sublimes notas de esta melodía.

Nada hay en esta oscuridad tan asfixiante, ya no es como antes, las palabras se veían hasta en el más denso silencio, ahora todo se oculta y yo parezco vagar eternamente… descubro los bordes de estas paredes, el silencio me alimenta, la oscuridad me traga, como una cadena alimenticia que no puede iniciar ni terminar, ya nadie puede verme, me he extinguido, pero sigo avanzando…

Ellos están desesperados, me llama la atención su desesperación, se juntan en las calles, llaman a las patrullas por su temor enorme hacia la delincuencia, alimentan el terror social, sus mentes se mezclan entre escenas policiacas y telenovelescas, a veces me da gusto poder irme, o se duermen más temprano, o se ponen a platicar y eso me agrada… oír sus voces en medio del silencio y de la oscuridad.

Hacen marchas, se avocan a una idea y luchan por ello. Ahora mismo soy motor de una lucha. Quisiera luchar. Pero mi idea se destroza en el aire, el viento me jala, viajo tan rápido por tantas calles… ante tanta gente… rostros, manos, cabezas, orígenes… Siento ser aire… pero soy luz, la luz que abandonó el hogar, la luz que dejó en oscuridad esta calle para deambular en los espacios ajenos… la ciudad es hermosa de noche, quisiera ser la luna, mirar siempre hacia este sitio, poder ser quien ellos esperan, poder decirle a la familia, que se encuentra lejos, que ellos están bien, que no les ha pasado nada…

Pero soy luz…

Y me estoy yendo…

Sé que regreso, sé que lo hago, los cables me llaman, todo se disuelve, todo está tan lejos, todo se desvanece, regreso por las mismas calles, a la misma velocidad, ante tantos orígenes, cabezas, manos, rostros… mi idea se destroza en el aire, me siento sujeta a esta realidad tan asfixiante, no soy la luna, no podré decirle a la familia que ellos están bien, que no les ha pasado nada, sólo soy luz, sólo eso… me siento triste… me despojan… me hacen abrir los ojos, los abro…

Todo se ve igual, esta calle y esa sala de estar. Ellos no lo saben. Me alegra alumbrar su noche, al menos eso, al menos así hago prolífica mi existencia, un dedo presiona el interruptor…

-Llegó la luz.

-Me alegro mucho, pobrecita ¿cuánto habrá sufrido lejos del hogar?

Creo que ellos me comprenden.

Infórmate:

La situación de Luz y Fuerza del Centro es un problema que nos debe preocupar a todos los habitantes de este país, por quien se lo pregunta esta bloggera apoya la causa del SME y he AQUÍ suficientes razones que sustentan mi decisión.

16 octubre, 2009

Cuatro meses y contando

Entre las genialidades de mi persona está esa de predecir el futuro, no cobro por eso ni mucho menos, suelo tener impresiones, intuiciones, visiones acerca de lo que acontecerá, no, no soy una Amira o un Walter Mercado, tampoco puedo decirles si trabajan con alguien rubia que quiere quitarles a su marido. Sólo suelo saber cosas… presentimientos… como aquel en el que sé que ustedes dos están leyendo este escrito.

Desde que los conocí supe que merecían la felicidad, no se encuentran dos sujetos como ustedes sueltos en la calle, es verdad que cada persona tiene su secreto y su maravilla, pero en serio que no conozco repeticiones de su persona… de mí dicen que tengo muchas gemelas, que me parezco a fulanita, que hay tantas chiquitas como yo haciendo y diciendo cosas, que si no fui a Prepa 6 o a Querétaro las vacaciones pasadas. Yo digo que no, pero igual es otro don que tengo… ese de poder estar en varios lugares a la vez.

Ustedes no. No conozco un tipo más alto que tú. Ni una niña con unos chinos tan geniales como los tuyos.

No conozco a otro niño que aumente el tamaño de mis bromas, que con sólo un abrazo o una palabra me haga sentir mejor, que me saque risas hasta de donde ya no puede haber, un niño que proyecte de tal manera su vida que me haga sentir que todo es posible en el mundo, un chico inteligente, súper gracioso, que me apoye en la infinita desgracia y me haga madurar dentro de mi pensamiento, no hay nadie como tú David.

Y tampoco conozco a otra niña que siga conmigo a pesar de la distancia, que me pregunte cómo estoy, cómo me va, confiaría en ti mi vida, además de que la manera en cómo nos han educado tiene tantos rasgos en común que te siento como una hermana, nadie se ríe de mis bromas como tú, nadie me da su incondicional apoyo cuando todos han dado la espalda, eres única Lupita.

Y por eso me complace informarle a todo aquél que lee este blog que Lupita y David se quieren!!!!!!!! y que hoy cumplen cuatro meses de noviazgo!!!!!! [sí, ya sé, es tu mensualidad David], quiero que todos lo sepan, que YO los presenté, que ahora son tan felices que a mí no me queda nada más que sonreír, ellos son geniales, con decirles que han dado a su servidora momentos de consuelo, momentos de risa, de incondicional apoyo.

Porque el amor llega cuando menos lo esperas, porque parece que estarás sumido para siempre en la tristeza, porque puede dar la impresión de que tu corazón estará hecho sólo para que lo destrocen una y otra y otra vez. Para todos aquellos que no creen en el amor, yo les recomiendo un poco de ácido davidcílico y una dosis de lupitamina, son de PRIMER NIVEL y sí funcionan.

Que no es un noviazgo como todos, se trata de algo que te hace crecer y madurar y ser mejor persona, preocuparse por la vida y el mundo, creer en lo que nadie cree, luchar por lo que nadie lucha, vivir como nadie vive, y correr… y sentir… y respirar…

Yo les digo que tendrán mucho tiempo más que compartir juntos, porque se lo merecen y han dado a mi persona un regalo que no todos se atreven a dar, su INCONDICIONAL AMISTAD y quiero que sepan que tienen la mía, que cuentan conmigo siempre, les deseo todo lo mejor, en este mundo se necesita más gente como ustedes, que no tema querer, que no tema entregarse y no le tema al sufrimiento… FELICES CUATRO MESES y contando…

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10 octubre, 2009

La vida de un primer beso

No vivió mucho tiempo, si acaso menos de un minuto, quizá unos cuarenta segundos, tal vez menos, no pudo vivir para contarlo, el desvanecimiento le vino de pronto, sin que él lo pensase, ni siquiera creyó existir, no hasta que sintió que tomaba forma, que tenía fuerza y que su propia vida era, quizá, lo más hermoso que pudiese existir en este mundo.

Nació desde una idea, de una inspiración que se fue madurando en el pensamiento, que parecía una locura, pero a la vez algo completamente realizable, ¿por qué no?, esa era la cuestión, ¿por qué no existir?, entonces sintió que podía ser más que un pensamiento y comenzó a jalar de la mano a las neuronas, pasaba al lado de ellas y les susurraba: vamos, ¿por qué no?, ¡vamos!

Y entonces ellas le siguieron creando una maraña confusa de imágenes, y lograron salirse de la cabeza y convertirse en palabras, en palabras muy suaves, él jamás hubiera esperado convertirse en una de ellas, pero ahí estaba, fragmentándose en frases, en sonidos que le agradaban, iba y venía por el viento y pudo sentir la brisa suave de la realidad tan extraña, percibió los labios cercanos que se ponían contentos al sentir su sonido.

Se columpiaba en la atmósfera y eso lo gustaba demasiado, podía ser lo que él quisiera en cualquier momento, quizá convertirse de pronto en un simple estornudo y echar por la borda toda la valentía de haberse safado de la mente, quizá podía convertirse en melodía y saludar la musicalidad del ambiente, por un momento pensó también en pasar al silencio, ocultarse en él y no realizar en ese momento su sueño de ser lo que planeaba.

La idea del silencio lo embargó, por un momento creyó ver los oscuros ojos de ese sujeto, que, según hablaban dentro del cerebro, era un sabio muy extraño, bueno y malo, amigo y enemigo, pero al fin de cuentas, un sabio. Notó que éste lo miraba fijamente, estaba siendo hipnotizado, ¿se quedaría en él? ¿se fundiría en él? ¿pasaría a formar parte de él y entonces dejar de ser palabra y convertirse en nada y a lo mejor, volver a ser pensamiento? No quería eso, pero ya estaba demasiado lejos del viento, ya no podía pensar en ser nota o estornudo, quizá todo terminaría allí…

¿Pasa algo?, esas palabras pasaron a tomarlo de su cuerpo y lo empujaron al exterior, alejándolo del silencio y tomando la forma de un: No pasa nada. Entonces conoció a las palabras de los labios cercanos, que también eran muy suaves y divertidas, cuando se cruzaban en el aire aprovechaban la situación para rozarse con sonidos, eso les causaba cosquillas y se convertían inevitablemente en una sonrisa.

Él quería existir ya, él quería realizar su sueño, vivir de alguna manera, comprender para qué salió de la mente y para qué iba a morir. Claro que, si conseguía lo que planeaba pudiera resultar que él no sería la única idea que se animara a salir de la cabeza, y entonces otras ideas seguirían su ejemplo y habría una revolución en el cerebro. Él tenía que hacerlo, tenía que hacerlo ya…

Y en el aire, cuando las palabras de los otros labios se cruzaron con él, no las dejó pasar, las abrazó de pronto, y ellas también lo abrazaron, sorprendidas de lo que estaba pasando, y se dejaron columpiar por el viento, por el tiempo, por la vida, por la realidad, se dejaron llevar y entonces él sintió que dejó de ser palabra, que se volvía lo que tanto quería, ¡un beso!, ¡el primer beso con esos labios!

Tomó forma, tomó fuerza, por un momento pudo sentir plenamente la unión de esas dos personas que tanto se querían, todo daba vueltas, todo era tan increíblemente extraño, su cuerpo comenzó a mezclarse con el ambiente, y pudo ver los sentimientos, que, según decían en el cerebro, era muy difícil que las ideas alguna vez pudieran mezclarse tal cual con los sentimientos, pero él notó que se asían de su cuerpo, que se volvían uno solo, y eso lo hizo casi gritar de alegría, ahí estaba, ¡existiendo!

Y vio realizado su sueño, ese de ser el primer beso con aquella persona a la que tanto soñaba el cerebro y de la que tanto hablaba el corazón, se sintió muy feliz, pero entonces notó que la muerte le llegaba, no sabía si existían las segundas vidas, pero le alegraba ser el primero de todos, le alegraba haber demostrado a las palabras que se podía confiar en él, el desvanecimiento le estaba llegando… se iba… los labios se estaban separando… pero vivió. Vivió el primer beso y logró anidar en el cerebro un recuerdo tan invaluable imposible de olvidar.

07 octubre, 2009

La leche se desquita

[Basado en hechos reales]

No manches Leche, estás loca, ni siquiera lo intentes, eso es cosa de “humanos”, no manches, deja de decir tonterías, ¿cómo te hago entender que tan sólo eres una caja de cartón llena de leche que dice Alpura? No Leche, saca esa idea de tu líquido blanco, quién sabe cómo llegó allí, pero es una babosada.

Sí Leche, ya sé que estás desconsolada, pero ya te expliqué mil veces que nuestro hermano vaso de vidrio II murió por la envidia, no por el intento fríamente planeado de un humano, deja de ser terca, a los humanos ¿qué diablos les importamos? ¡Sólo somos trastes, trastes, TRASTES!

Cierto, tú no eres ningún traste y por eso es que estás más loca, ¿a ti qué rayos te importa lo que sucede en nuestra cochambrosa vida? Métete en tus asuntos, pórtate bien, no te vayas a agriar, ¿para qué quieres eso?, deja de susurrar palabras sin sentido, guárdate bien en tu cajita, llegará el día en que decidan tomarte, como ha sucedido con tus compañeras cartones de leche, deja ya de conspirar en contra de quien te compró.

No, no me vengas con esa jalada, ¿tú no querías ser comprada? Ni modos Lechita, así es la vida, tú naciste para ser bebida, sólo pide que no te derramen sobre el suelo y luego te pisen y tus nutrientes entonces carecerán de sentido… ¡ya déjame dormir! ¡Es la madrugada Leche! No es mi culpa que tengas insomnio lácteo, por favor, destierra esa idea, es una tontería ya te lo he afirmado.

No Leche, yo jamás atentaré contra los humanos, ellos viven en su mundo, nosotros en el nuestro, así debe girar la vida, imagínate que un humano nos viera platicar, ¡sería cosa de otra dimensión!, deja ya de delirar, me late que si no te callas cuando te abran ya te habrás echado a perder, fíjate bien en tu caducidad, ¿ya viste?, todavía faltan dos meses para que comiences a agriarte… ya Leche, olvida tu venganza, disfruta de esta alacena y luego disfruta ser bebida… le debes mucho a los humanos…

¿Pero qué demonios les pasa a los habitantes de esta cocina? Desde que vieron a esa humana hablando con su celular a todos les dan ganas de hablar también, ¡Leche! ¡Somos trastes! ¡Tú eres LECHE!, ni siquiera vivirás lo suficiente para ver cómo me lavan por tercera vez, ya Leche, te lo digo por tu propio bien, ¡OLVÍDALO!

Mira… shhh… cállate, ya vinieron los humanos a desayunar, me sorprende que rían tanto, son tan locos, ¿viste que notaron la ausencia de nuestro hermano vaso de vidrio II? Creo que hasta planeaban poner un moño negro en la alacena, me dan risa esos humanos, vivir lejos de su pueblo a veces les afecta ¿no crees Leche?, sí Leche, siento cariño por esos humanos, se llevan bien y además nos lavan, hay gente que deja los trastes semanas… les da tanta flojera lavarlos… cállate Leche, están abriendo la… alacena.

-Hay que tomar Licuado.

-Vale… saca otra leche David.

Te van a sacar a ti Leche, por favor no hagas burradas, si te comportas todo saldrá bien, adiós Leche fue un gusto charlar contigo aunque seas tan mensa.

 

Y la Leche fue sacada de la alacena, todo lo que le dijo un toper fue olvidado de inmediato, cuando se encontró en las manos enormes del joven David trató de escapar, pero las manos eran muy grandes… aun así lo siguió intentando, tenía que vengar al hermano vaso de vidrio II, tenía que derramar su líquido blanco por el suelo para que sus nutrientes carecieran de sentido… de pronto, cayó estrepitosamente al suelo… el cuerpo de David junto al de ella… regó su líquido blanco por todas partes…

-¡Daviiiiid! ¡No inventes! ¡Tiraste la leche!

-¡Se cayó solita! y estaba abierta…

La Leche logró su cometido, había forcejeado contra el humano, todos en la cocina la habían observado, cayó en la inconsciencia, cuando despertó lo que sobraba de su líquido blanco estaba convertido en un licuado de chocolate con granola. [Que por cierto, supo delicioso]

La Leche se desquita

 

Recomendaciones:

¡CAZA DE LETRAS! Inicia hoy, conozcan a los 12 participantes y elijan a su favorito.

Recuerden que la IX FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO EN EL ZÓCALO CAPITALINO inicia este 09 de octubre y finaliza el 18 de octubre, no dejen de ir, las conferencias y presentaciones del libro van a estar súper. Consulten la programación.

05 octubre, 2009

La envidia lo mató

Descanse en paz amigo vaso de vidrio II Sí, todos pensábamos que el asunto del vaso que sobrevivió quedaría olvidado, se haría famoso en la alacena y sería olvidado por el resto de los seres humanos que a fin de cuentas ni siquiera meditan sobre la existencia de un vaso de vidrio… pero no fue así.

Es cierto, el vaso se volvió un ídolo en la alacena y eso lo perturbó, las cucharas lo miraban insistentemente, pero fue el hecho de que las tazas de café se le acercaran lo que determinó el futuro inmediato de los miembros de nuestra cocina del departamento. Su hermano vaso de vidrio II se puso celoso. Y no sólo celoso de que las tazas del café se acercaran al “elegido”, sino que todos en la cocina no cesaran de hablar de él, lo que colmó su paciencia fue que el agua de limón del viernes susurrara:

-Será un honor ser contenido en ti, vaso sobreviviente.

Entonces el hermano vaso de vidrio II tomó la más grande decisión de su vida de traste de cocina: Él también sería un vaso sobreviviente.

Lo planeó todo minuciosamente. Observó con cuidado los actos humanos de esas tres personas que parecían no darse cuenta de su existencia, entonces supo que para ser un vaso sobreviviente tenía que ser lanzado al aire, igual que la primera vez, pero esta vez se dejaría caer suavemente para no romperse, era una situación demasiado arriesgada, pero no imposible.

¿Quién lo lanzaría al aire?

La niña de nombre Gaby no, ella era demasiado temerosa para lanzar cosas al aire, ni siquiera se atrevía a jugar con los limones, además sus manos eran demasiado pequeñas [quienes la conocen podrán comprobarlo] capaz que su contorno de vidrio sería demasiado grande para que ella pudiera sostenerlo antes del rebote crucial. No, ella definitivamente no.

La niña de nombre Tere parecía ser una buena opción, era menos descuidada, de manos normales, solía ser muy hábil a la hora de lavar trastes y hacer comida, pero tendría que descartarla, a veces tenía la sensación de que ella se percataba de la existencia de todos los objetos, él la había escuchado hablando con su celular, no hablando a través de él con otra persona, sino CON el celular. Lo supo porque una vez sus compañeros humanos la oyeron murmurar y Gaby le preguntó algo parecido a esto:

-¿Qué haces Tere?

Y ella toda sobresaltada y sin saber qué responder dejó salir:

-Hablando con mi celular.

Los humanos la miraron extrañados y fue objeto de burla para ellos, pero el vaso alcanzó a mirar el rostro avergonzado del celular, que trataba de seguir tocando la música sin que nadie advirtiera el tono ruborizado de su metálico cuerpo.

Sólo quedaba una opción, el chico de la manos grandes, David, el mismo que había tirado el vaso que logró sobrevivir, quizá si hermano vaso de vidrio II fuera tan inteligente, lograría que David lo lanzase al aire y lo dejara caer igual que el otro… sería una magnífica idea. Así que se dedicó a observar a ese humano, notó que iba seguido a la cocina, que le encantaba hacer bebidas y licuados y que era muy hábil haciendo malabares.

El vaso le diría al agua potable que se escondiese para que el humano sufriera de sed, ya en la noche, David se vería obligado a buscar el agua por todos lados, el vaso de vidrio II sabía perfectamente que un humano no puede estar sin líquido mucho tiempo. Entonces él haría su aparición, como único vaso en la mesita de centro.

El día crucial llegó, por la tarde vaso de vidrio II compartió a toda la cocina sus planes:

-Pronto seré un vaso sobreviviente.

-¿Eso es verdad? –le dijeron las cucharas. –Más te vale, aunque si no lo logras no nos importa, tenemos a tu hermano que cumple bien con su papel.

El vaso de vidrio II vio a su hermano serio en el porta trastes, ¿cómo era que no disfrutaba de su fama? Siempre tenía el mismo rostro seco y reluciente, él no, él sería un vaso diferente, él iba a sobrevivir.

La noche cayó, David fue a tomar agua, entre sus manos sostuvo a vaso de vidrio II, bebió, se dirigió con él a su habitación, pasaba la media noche cuando decidió regresar a la cocina para dejar el vaso. David iba somnoliento, las desveladas no le caen bien y eso no lo sabía el vaso, así que con todo el ímpetu que puede tener un vaso de vidrio logró que David lo impulsase hacia el aire… con la triste diferencia de que David iba medio dormido y sus manos no lo sostuvieron nuevamente.

Allá fue a dar el vaso de vidrio, durante su caída por la mente de David las imágenes se revolvieron, ahí estaba el recuerdo de cuando lo sacó de la caja, ahí de cuando lo puso en la alacena, ahí cuando lo usó para beber agua… y ahora yacía roto… reducido a partículas de vidrio regadas por todo el piso… el estruendo despertó a Gaby.

-¿Qué pasó? ¡David!

-Se… me… cayó. –Dijo con un hilo de voz.

A la mañana siguiente toda la cocina se enteró, todo adquirió un tono lúgubre. El departamento estaba triste. Descanse en paz nuestro amigo vaso de vidrio II.

 

[Aunque eso le pasa por envidioso]

01 octubre, 2009

El vaso que sobrevivió

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Ése fue el día más crucial de su corta existencia. Reluciente fue depositado en el porta trastes, miraba en silencio las manos que se movían rápidamente tallando tenedores, cucharas y recipientes, nada lo atraía más que el momento en que las manos se acercaban al lavabo y en un dos por tres ya tenían todo limpio.

Observó sigilosamente la cocina, ése lugar extraño al que se había mudado hace casi dos meses junto con todos los demás, vio la mesita en el centro con algunas migajas del resto de la comida, observó a los tres raros sujetos platicando en ese idioma extraño de los humanos, no era tan feo ser un vaso de vidrio, sólo tenía que cumplir su papel, no moverse, no caerse, estar limpio y rozar los labios de esos extraños de vez en cuando.

Él era un vaso orgulloso, no era como las cucharas chismosas que murmuraban cada vez que el joven las tomaba para las comidas, ni era como los tenedores que se reían de los gestos de los humanos, tampoco se podía comparar con los vasos de colores y de plástico, ellos eran unos chamacos tremendos a quienes usaban para tomar leche. No, él junto con sus tres hermanos, era un vaso especial, sólo era usado en contadas ocasiones, cuando iban invitados o en las comidas en donde se bebía agua de limón o jugo de naranja.

Ese día los humanos hacían mucho estruendo como era su costumbre, él miraba pasivamente, le estaba molestando que las cucharas cuchichearan cada vez más, le dieron ganas de decirles algo para que se callaran, pero el cuchillo se le adelantó:

-Oigan ustedes, ¿por qué tanto estruendo?

-Observen, el joven hace malabares con los limones. –contestaron las cucharas al unísono.

Todos voltearon instintivamente, frente a ellos uno de los tres humanos lanzaba limones al aire y los agarraba antes de que llegaran al piso, las dos chicas que estaban con él reían. El vaso torció una mueca y se movió un ápice de su sitio.

-¡Vean! ¡Ahora toma los vasos! –gritaron las cucharas.

Y entonces el vaso ni siquiera tuvo tiempo de protestar y volver a colocarse en su sitio, una mano lo levantaba junto con sus hermanos, le dio vértigo despegarse del porta trastes, miró a su alrededor, las cucharas lo miraban asombradas, los cuchillos emitían leves sonidos, él era el centro de atención, hasta las servilletas y la catsup lo miraban.

Y entonces… vio como sus hermanos iban al aire y regresaban a la mano del chico, pero él cuando se elevó y pudo observar por vez primera desde otra perspectiva la forma de la cocina, no regresó a las manos del chico, los dedos se resbalaron por su vidrio reluciente, sólo alcanzó a oír un grito humano, algo parecido a:

-¡David nooooooooo!

Pero era demasiado tarde… el vaso cayó al piso… sintió el choque de su delicado vidrio con la dureza de la loza blanca… no sabía por qué razón, él, vaso, tenía que haber caído desde esa altura… se dio cuenta de que era un vaso, un vaso de vidrio… ¡y que no estaba roto! Pronto las manos lo alcanzaron cuando rodó hasta el garrafón de agua. Lo mantuvieron sano y salvo por algunos segundos mientras oía las casi inteligibles palabras humanas.

-¡Estuvo a punto! ¡No inventes David!

-¡Sobrevivió a esa caída!

Cuando fue depositado de nuevo en el porta trastes por una de las chicas las cucharas lo quedaron viendo, los tenedores, los cuchillos, los cerillos y hasta la cazuela de la comida, sus tres hermanos le dieron miradas de afecto, él, cuya vida casi no tiene sentido para nadie, había sobrevivido. Él era el vaso que sobrevivió.

29 septiembre, 2009

Snicker’s Urbania 2009

Sí, ya lo sé, el concierto fue desde el sábado y hoy es martes. Sí claro, ya sé que uno debe ser puntual a la hora de dar las noticias, pero hoy no daré ninguna, simplemente contaré con la manera en que me ha dado a entender mi cerebro algunas de las cosas que pasaron ese sábado inolvidable del 26 de septiembre de este año.

¿Por qué inolvidable? Bueno, entre muchas otras cosas, porque fue mi primer concierto masivo, así como se lee, yo, a mis dieciocho añitos aun no había ido a ningún concierto en grande, jamás en toda mi vida, obvio está que no radicaba en que no quisiera, si no porque o no había dinero, tiempo, permiso o con quién ir.

¿Cuál es otra razón? QDSC00915ue esta vez fui en compañía de ocho chicos del IPN, jaja, y digo porque yo soy de la UNAM, aunque siento de veras que la única diferencia es ésa, que estudiamos en distintas escuelas, en todo lo demás aunque no iguales somos parecidos, ya lo dijo alguien ¿no? Y me la pasé genial con ellos, entre nadar en el mar de gente, ser protegida de los botellazos, verlos entrar en el slam, lanzar a chicos al aire y además disfrutar cada nota musical que emanaba del ambiente, la verdad sí es para recordar.

Ustedes me dirán qué tanta razón tengo, pero un concierto de los artistas que más te gustan está como para ser feliz todo un mes, o más, aunque claro, yo no conocía la música de LOST ACAPULCO [¿cómo Gaby? ¡¿Por qué?!], y estuvo aceptable mientras veía a casi todos ponerse a bailar un estilo de surf, con máscaras de luchadores y buen sentido de la diversión.  DSC00903

La verdad el Snicker’s Urbania de este año estuvo todo gracioso, claro que vi las maniobras con las patinetas [por cierto, de aficionados, no de los concursantes], y sí, claro que advertí la presencia de los granaderos y sus caras de reprobación total a los eventos juveniles. Por supuesto también fui testigo de varias guerras campales [sólo fueron como dos intensas], vi como volaban por el aire todo tipo de líquidos y objetos, hasta helado cayó en el brazo de un amigo :D.

Pero oh señores lectores [o niños lectores o jóvenes lectores] cuando tocó DLD todo cambió, de pronto el ruido inmenso de la multitud se volvió nada a los acordes de Ventura, Un vicio caro es el amor y Por siempre, y yo, que gracias a un primo me encanta ese grupo pues no pude menos que ponerme a cantar y saltar de la emoción.

Entonces valoré varias cosas, primero: que no sé si todos los conciertos sean así, pero éste estuvo tranquilo y aunque nos llovió no se deshicieron los ánimos; segundo: lo importante de la diversión es eso ¡divertirse!, no importa el qué dirán o si saldrás lastimado [¿verdad César?], claro todo con sus debidas precauciones; tercero: que los del Poli son bien buena onda, a mí ya me constaba porque conozco a mi primo, pero en serio que sí son bien chidos, ya eso del malinchismo yo creo que se deja para los que de plano les gusta discutir por nada; y cuarto: que las mejores cosas suceden cuando menos las esperas :)

Y no me arrepiento de haberme saltado una clase de francés, de quoi sert-il le langage quand ce qu'il importe est le regard ? et tout que ce jour a succédé me donne des intentions aujourd'hui pour suivre en avant. Los días son cortos y largos al mismo tiempo, pero no hay nada mejor que pasarlos haciendo lo que uno cree que es lo mejor. Aiu.

 

En esta semana recomiendo:

Leer el libro LA POESÍA EN LA PRÁCTICA de Gabriel Zaid, una lectura bastante interesante acerca de la función de la poesía en una sociedad capitalista como la nuestra.

Ver la película LA PRINCESA MONONOKE de Hayao Miyazaki, director de la también increíble El viaje de Chihiro, sería tan genial si la vieran con palomitas y toda la cosa. ¡Les encantará!

Ir a ver la exposición fotográfica MORIR EN LA POBREZA que organiza Radio UNAM y coorganiza la Revista Contralínea, porque nunca está de más formar un poco de conciencia en nuestras vidas tan apresuradas, no olvidemos que no somos los únicos en este planeta.

Y claro, CAZA DE LETRAS, que empieza formalmente el 07 de octubre.