09 diciembre, 2009

Mensaje enviado

“Tengo algo raro. Soledad. Creo que el silencio mata más que mil palabras.”

[Escrito por Abril G. Karera el 11 de Febrero de 2009]

Los dedos han realizado lo que les ordenaste, no hay nada más que hacer, aunque te arrepientas la pantalla del celular reza “Mensaje enviado”. Suspiras. ¿Cómo es que él se volvió tan indispensable? Un día despertaste y descubriste que no le habías olvidado. ¿Piensas que diciéndole todo eso en un mensaje las cosas se recuperarán? Hiciste circo, maroma y teatro para conseguir su número, ahora sólo es cuestión de esperar.

Llegas a casa, en tu mente baila lo que escribiste “Hola, soy Gaby, espero que te acuerdes de mí, te mando este mensaje porque tengo algo importante que decirte, ojala te comuniques conmigo”, ya pasaron dos horas y no has recibido respuesta. Te sientes tan desganada que te tiras en la cama y miras el techo, sin querer te quedas dormida. Te despierta el timbre del celular, por un momento se te ha olvidado lo que has hecho, pero cuando ves de quién es el mensaje el corazón te palpita furiosamente.

Claro que me acuerdo de ti, disculpa que apenas te responda es que no tenía saldo, dime cuándo nos vemos, ¿qué es eso que me tienes que decir?”, tus dedos se desplazan por las teclas “Lo sabrás el día que nos veamos, ¿qué te parece mañana?”, mientras esperas la respuesta comienzas a pensar si serás capaz de decirle eso que planeabas. ¿Podrás decirle que no lo has olvidado? ¿Que lo quieres tanto? ¿Podrás?

No voy a poder esta semana, ando muy atareado con la escuela, pero ¿qué te parece el sábado próximo?”, te quedas helada, tú no puedes esperar tanto, pero lo admites porque al fin de cuentas lo que importa es que se lo digas, “Vale, está bien, te veo el sábado en el centro a las seis de la tarde”. Listo. No hay vuelta atrás. Si ya esperaste varios años ¿qué más da esperar otros cinco días?

El miércoles tu celular suena a las once y media, “Buenos días Gaby, dime de qué se trata eso que quieres decirme, no puedo esperar al sábado”. Tu rostro no consigue ocultar una sonrisa, sientes que lo quieres más que nunca, pero debes decírselo de frente para que se te quite esa terrible sensación del pecho, “Lo siento no te voy a decir, sé paciente”. Le pides paciencia cuando tú eres la que se consume en la impaciencia.

El jueves te manda un mensaje a las cuatro de la tarde “Hola, hoy puedo ir a verte ¿te veo en una hora?”, ¡¿una hora?! ¿pero qué se ha creído?, no puedes, una hora es muy poco para prepararte mentalmente, no lo harás, además ya has planeado otras cosas… ¿o debes verlo? ¡No! Ya quedaron el sábado, que sea el sábado. “Es que ahorita no puedo, mejor el sábado como quedamos”.

Sin embargo ese mismo jueves en la noche te consumen las ganas de decirlo todo, ya no toleras ni un minuto más con toda esa confesión en la garganta, no has dejado de pensar en él, pensar que quería ir a verte, total ¿y si le dices de una vez? ¿y si se lo dices y el sábado sólo lo ves para que te dé una respuesta? Esa idea suena bien. De nuevo los dedos comienzan a desplazarse por las teclas.

Cuando decides enviar el mensaje son más de las doce de la noche, quizá ya está dormido ¿lo habrás despertado? No lo sabes, en la pantallita sólo se aprecia el “Mensaje enviado” que es a la vez prueba de que no hay vuelta atrás y pensando en eso te agarra el sueño. Al día siguiente sabes que en cualquier momento tu celular sonará, lo miras cada minuto desde que te levantaste a las cinco de la mañana. Todavía vas al CCH. A la primera hora te toca Griego. Pones el celular en la butaca mientras anotas las oraciones a traducir. Sin pensar te vas a revisar tu ejercicio con la profesora.

Cuando regresas no reparas en el celular porque te dispones a revisar otras cosas, parece sorprendente que por unos minutos el nombre de él salga de tu cabeza. A las ocho cuarenta de la mañana te das cuenta que el celular ha desaparecido. Lo buscas en tus bolsas, en el suelo, en la mochila, en la mochila de tu amigo, no hay nada, ¡nada!, te lo han robado. No sabes si comenzar a carcajearte o ponerte a llorar, ¿por qué te lo tuvieron que robar este viernes? ¿Por qué?

El sábado te paseas por el centro a la hora acordada.

No hay nadie.

9 comentarios:

Ya No Soy Ella dijo...

A mi me ha sucedido lo anterior al robo del cel, es feo cuando amas a alguien tanto que aunque pasen los años, siga en tu cabeza... puedo confiar en mi cabeza más que en mi corazón en cuanto al tiempo, maldito tiempo efímero! Tan sólo llevo 7 años desde que lo amé sólo a él, sólo toqué su cuerpo y desee tanto... ahora sólo quedan recuerdos, será que algún día me digne a ENVIAR MENSAJE para él? No lo sé, quizás ahora estoy tan perdida que podría hacerlo, llamarlo, enviarle un correo, y volver a comenzar... Un abrazo niña, y, si, es Nana, en realidad es Hachi, osease mi alter-ego. Saludos!

Anónimo dijo...

aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaque dificil situacion noooooo!!!! nisiquiera puedo imaginarme a mi pasando por esa desesperación, pero de algo estoy segura, de que las cosas pasan por algo y despues de que te paso eso encontraste algo que cambio tu vida de una manera muy repentinaa, y recuerda lo que algun dia me dijiste, si amaste tanto a alguien lo olvidaras hasta que encuentres a alguien mejor; espero que tu ya lo hayas encontrado!!!!!!
Tere

Peyote dijo...

Fuck!!!!!!!!
Y te sabías su número??? (psss, pregunta idiota, ni yo recuerdo el número de mi casa por el cel).
No eso mala suerte. Haste una limpia, consigue otra vez el número, vuelve a poner fecha.
Hasta yo me quede picado (sin albur)

Karim Zaher dijo...

aaaaaawwww!! que frustraaaante!!
si, sé lo que se siente tener esa confesión en la mente y no poder, no querer, no saber si decirla o no, y más en mi lugar que va de por medio una amistad jaja supongo ya sabes a qué me refiero jaja me gustó meeeeee gustó jaja si fueras mi alumna te pondría un... 9.9 jaja

Anónimo dijo...

No sabia esa parte de la historia
ahora me doy cuenta de muchas cosas
niña, esa desesperacion y tristeza de encontrar tu celular y no solo era una cuestion material.
Pero como lo dijo Tere las cosas siempre suceden por algo y en algun momento llega algo muchsisimo mejor y creo q a ti te paso, a mi igual y las dos estamos muy bien.
¡¡}Disfruta cada momento!!!
Mereces todo lo mejor y lo sabes
atte.Lupita

Betzabé dijo...

no manches!!!!!!!!!!!!!!!

Es una soberana grosería que me dejes así :'(

Yo quería saber qué pasaba después :''(

Awww... ¿ya te había dicho que eres la mejor entre las mejores? Creo que sí xD

Ana Martínez Casas dijo...

¡Hola, Abriil! Aquí te van unas sugerencias (que antes que nada son sugerencias, no correcciones):
1. Donde dices "aunque te arrepientas la pantalla del celular reza" le falta una coma después de "arrepientas".

2. "No le habías olvidado" es no "lo" habías olvidado. Este es un fenómeno al que se le llama leísmo, cuando pones "le" cuando deberías poner "lo".

3. Esto sólo es opinión, pero si es una chava que escribe un mensaje, estaría más padre, y real, que escribiera como los adolescentes texteamos, como "Hola, soy Gaby, spero q t aqerds d mi, t mando st mnsaj xq tngo algo important q dcirt, ojala t comuniqs conmigo"

4. Después del mensaje va punto, no coma.

5. "Te sientes tan desganada que te tiras en la cama y miras el techo, sin querer te quedas dormida", poner "y" después de la coma de techo o poner punto.

6. "disculpa que apenas te responda" coma.

7. "saldo, dime cuándo nos vemos" punto.

8. "te quedas helada, tú no puedes esperar tanto, pero lo admites porque al fin de cuentas lo que importa es que se lo digas," punto antes o después del primer mensajito.

9. "Si ya esperaste varios años" coma.

10. "Buenos días Gaby", coma después de días.

11. "Lo siento no te voy a decir", lo siento, coma.

12. "Le pides paciencia cuando tú eres la que se consume en la impaciencia" creo que esto es reiterativo si acabas de escribir que sea paciente. Omítelo o si quieres cambia paciencia por algún sinónimo.

13. "hoy puedo ir a verte ¿te veo en una hora?" verte, coma.

14. De lo del punto 13, después del mensajito va punto.

15. De nuevo, cuando escribes "¿pero qué se ha creído?", suena poco natural, como a teatro isabelino, cámbiale por otra expresión como "¿qué le pasa?" o no sé, algo que usemos los adolescentes :P, jaja. Depués de "creído?" no va coma.

¡Jajaja! ¡Está buenísimo! Me encanta el final. Soy fan de los finales trágicos, no sé si se note :D. Sigue así, Abriil, me encantó tu cuento.

¡Una mordida!

Autor: Aldape dijo...

Que tal me llamo Luis de Temagris,
Buen Texto
y una buena perspectiva, buenas ideas y buen blog, quisiera y visites mis escritos, Nosvemos en la proxima entrada ¡Adios!

DannieLa dijo...

No invennnnteeeeeeeees!!!
Wooooooooooooooooooooooooowwww!!!
No puedo kreerlo
no puedo kreer todo eso que sentriias
en ese momennto
Ahora entiendoo tannntoo mi niña!!

Pero pero erpo... no volviste a conseguir su num??
I luego i luego??
owwwwwwwwww


Me ennnkantoooooooooo
me identifike tannntoo jaja
sabbes? hace poko c me kruzaron unos cables
iii tmb me atrevii a hcer una declarazion
jaja
Tambien x mensaje xq mis anziiias eran tannntas
qeee ia tenia qe deciiirlo...
Ii pzzz escribi el mensajeee... ii lo intente enviar...
pero lo kanzelaba asii
dos veces...
en la mañanaaaa ia nooo pudee mas... lo enviee
cuando hable con ste peqeño... Pffff
El meeensaje le llego las 3 veces!!! jaja
noma
:D
Enntoncoes aunqe no dijera Mensaje enviadoo
a el ia le habia iegadooo :S


Neniiita t adooooooooorooo!!
I te xtrañoi muuuucho
chekla tu coorreeo!!
Spero verteee prontoo muñekita
t mando un besooo enomeee!!



Muaaa!!