Anoche me di cuenta de que él me reta mentalmente. Nuestras conversaciones se adentran en jugadas ajedrecísticas, queremos derrotarnos uno a otro y eso nos gusta. Pensar las palabras que tengan el peso adecuado para darle fuerza a nuestro argumento, ¡el arte de la charla! Y todo es una partida lenta y sopesada, cuido a mi reina para no perderla tan rápido y agilizo a mis peones para rodear a su rey que, ¡me alegra tanto!, suele ser difícil de atrapar. Él dice que no sabe jugar, pero sí sabe. Sabe muchas cosas y me gusta que las descubramos y entendamos juntos.
Ya quiero verlo y quiero que juguemos de nuevo, comer ideas en el tablero y besarnos después para digerirlo todo.
2 comentarios:
Me da gusto leerte feliz:)
Mejor ejemplificado imposible...
total, this is the love.
Saludos y letras
Publicar un comentario