02 agosto, 2009

A FALTA DE INSPIRACIÓN

komatsu

Regreso a Coyoacán mañana por la tarde, es algo problemático porque en el departamento no hay señal de internet y eso me frustra. Aún así todavía estoy acomodando algunas cosas que me llevaré, entre ellas mis discos de la secundaria y un oso de peluche que por cierto se llama Gil.

Quemé un mp3 con las canciones que más me gustan, la mayoría son demasiado nostálgicas y me choca ser tan deprimente, no me había dado cuenta que últimamente pienso demasiado en su ausencia, pero ya había establecido una teoría, es porque son vacaciones y este pueblo está lleno de él, cuando regrese a la escuela la mente divagará en otros asuntos y muy afortunadamente podré volver al pensamiento alivianado y sin sentido de mi vida.

Ahora que me iniciaré en el turno vespertino estoy pensando si será mejor hacer las tareas en la mañana o regresando de la escuela, XD, son cosas que han atravesado mi cabeza, lo que me emociona es que ahora estaré a quince minutos de la Cineteca Nacional y podré disfrutar los pastos de Filosofía y Letras, [el césped pues…].

Mientras pensaba en esas y demás cosas sin utilidad aparente se escuchó la siguiente canción, hace mucho que bajo por esa escalera y no he vuelto a subir, unos dirían regresar a la realidad, para los que me conocen esto puede sonar patético, o quizá no, saben que vivo siempre demasiado en mis cosas, hasta me han tachado de ingenua por no darme cuenta, pero en fin, es una más en el mp3 que dan sentido a este ir y venir de sinsabores.

ESCALERA

by MonocordiO

Estoy sentado aquí cumpliendo mi papel, nadie sospecha que en cualquier momento puedo huir a un lugar mejor sin moverme de aquí, basta bajar esa escalera hasta el fondo de mí.

Y aún estoy aquí pero algo no es igual, el aire se transforma en algo parecido al mar, y en esa densidad yo soy parte del mar, yo soy la ola, soy el agua, el pez y la sal.

Siempre vuelvo a mí, el río busca el mar, cuando no estás aquí…

Puede ser que al final del cambio de estación, yo te busque en el mar.

Eres como la noche callada y constelada, tu silencio es de estrella tan lejano y sensible.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente, distante y dolorosa como si hubieras muerto, una palabra entonces, una sonrisa basta y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Y aún estoy aquí pero algo no es igual, el aire se transforma en algo parecido al mar, y en esa densidad yo soy parte del mar, yo soy la ola, soy el agua, el pez y la sal.

Siempre vuelvo a mí, el río busca el mar, cuando no estás aquí…

Puede ser que al final del cambio de estación, yo te busque en el mar.

Lo malo de que lo busque en el mar es que no sé nadar muy bien, aunque anhelo en demasía poder decir que nuestros ríos encontraron la misma agua.

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