Salí contigo, miré tus ojos y tus manos.
Escuché tu risa, leí tus pensamientos.
La vida es un poco de esta compañía,
un poco de nuestra charla
y la espera.
El tiempo no existe,
pero nosotros estamos.
El tiempo no existe,
pero te veo.
Este andar tranquilo por el mundo
tiene todo el sentido
cuando eres tú
quien sostiene mi mano.
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