16 agosto, 2023

Pequeños detalles

El domingo 6 de agosto en la madrugada, mientras veía el último concierto de Yoongi, de su tour D-DAY, recordé algo: la belleza de existir y amar profundamente lo que haces. En mayo de 2021, cuando la depresión me había tomado en sus brazos y me ahogaba en mis pensamientos más oscuros, el placer de descubrir a BTS me consoló sobre manera. Sé que puede sonar absurdo, pero volverme ARMY me dio dimensión, me brindó valentía para hacerme cargo de mi vida. Fue totalmente inesperado.

Ese concierto quedará en mi memoria por siempre. Comencé a verlo sin la esperanza de terminarlo, después de todo eran las tres de madrugada y yo venía de bailar alocadamente en una fiesta. Pero cuando vi que Jin y Hobi estaban presentes, cuando Namjoon reveló una canción inédita y aún sin terminar, cuando Yoongi no pudo seguir cantando Snooze porque las lágrimas lo abordaron. Cuando salió por aquella puerta. Híjole, cuando todo eso pasó, yo supe que ya no dormiría, que me quedaría pensando en eso el resto del día. Y lo sigo haciendo.

Dejo la memoria en este blog de que hubo una madrugada en que me puse a llorar de gratitud porque pude sentir la sinceridad de un cantante coreano; uno que ni siquiera imagina que alguien como yo pueda existir. Eso no importa cuando ejerces con pasión y compromiso lo que amas. De alguna manera se contagia la dicha de existir, de alguna manera es un consuelo. Y yo me dejo habitar por esos pequeños detalles, simple y sencillamente.



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