Duermes. Oigo tu respiración tranquila. Sueñas. Seguro que sueñas, ¿con qué? No lo sé, sólo puedo imaginarlo, pensar que sueñas con volar, creer que sueñas que eres grande… que tocas la luna, las estrellas, creer que sueñas que todo va mejor en ese mundo onírico que en esta realidad asfixiante. Miro. Sólo miro. Ahora no puedo hacer nada más, mi cuerpo se desvanece al intentar tocar tu frente, veo como un escalofrío te recorre… a pesar de todo, me sientes.
Me pregunto si es verdad que cuentas con el sexto sentido, si es cierto aquello que proclamas sobre saber algunos rasgos del futuro, ahora no me asusta ni me preocupa, pero me lo pregunto porque desearía que fuera verdad, que pudieras notar mi estancia, que me sintieras, te levantaras y me vieras, aquí… sentada en tu cama.
El silencio de la noche en este departamento es casi como en el pueblo, sólo que con la ausencia de los grillos, el tren y los balazos lejanos, aquí se oyen conversaciones, patrullas, gente yendo y viniendo. ¿Cómo te has adaptado? No lo entiendo. Quisiera adaptarme tan bien como tú a este estado de existencia, ¿existo? ¿o soy sólo una cosa fuera de esta existencia? Te sorprenderías con la pregunta y comenzarías a debatirla de inmediato si lograras escucharme.
Tengo que hallar la manera de que puedas encontrarme, hace tanto que no sabes de mí que he comenzado a salir de tu memoria, tengo que hacer que despiertes, que puedas verme un fragmento de segundo, justo en el momento en que estás completamente encamorrada, en que el mundo onírico se mezcla con la realidad, se crea la puerta, la visión, podrás verme, pero ¿cómo te despierto? Lo único que te causo son escalofríos…
Comienzo a filtrarme en tu sueño, me sorprende que sueñes con esas personas, tu sueño está medio vacío… pero ya me ves… comienzo a gritarte… te asustas… corres por los terrenos pedregosos de tu sueño… te persigo… los latidos furiosos de tu corazón forman el ritmo de todo el ambiente del sueño, no me canso de seguir, tus gritos inundan el ambiente “¡Despierta! ¡Despiértate Gaby! ¡Esto es una pesadilla! ¡Una pesadilla! ¡Despierta!” Sigo detrás tuyo… volteas y entonces noto que estás a punto de despertar.
Cuando abres los ojos lo primero que ves es mi silueta, te quedas sin respiración, los cierras y tratas de despertar bien, ahí está mi sombra, pero entonces la conciencia comienza a adquirir su propia conciencia y me desvanezco… ya no te veo… he vuelto a este sitio hostil, de donde quiero salir para buscarte, para que entiendas que no te desharás de mí fácilmente… no hasta que cumplas el decreto, “ellos no se irán hasta que el último venga”.
Recomendación:
¡Visita las ofrendas colocadas en Las Islas de Ciudad Universitaria!, este año el tema de Día de Muertos ha sido alusivo al gran maestro del cuento de terror: Edgar Allan Poe, sería bueno si visitas las ofrendas en honor de Berenice, El Gato Negro, La Casa Usher, El Corazón Delator, entre tantos otros cuentos que tiene este magnífico escritor. No puedes faltar. La imagen presentada es del año pasado.
6 comentarios:
aaaaaaaa que suspenso!!!!!!!!!
espero que escribas la segunda parte!!!!!!!!
tere
Blogger de quien harás la calavera: Peyote.
http://conpastoyoregano.blogspot.com/
hola Yanka
perdon por mi ausencia en los ultimos dias
pero ya estoy aki
siguiendote de vuelta
David
excelente entrada
te sigo
que andes bien
Guillo
Me encantó el cuento, me has dejado en suspenso. Prometo estar al pendiente de la próxima parte.
La foto también es muy bonita.
Awww... más te vale que saques la segunda parte xD
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